"La prueba nuclear de hoy es un acto imprudente de Corea del Norte. La omisión sistemática del Derecho Internacional y de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU es inaceptable para la comunidad internacional", ha declarado en un comunicado el ministro de Asuntos Exteriores austríaco y actual presidente de la OSCE, Sebastian Kurz.
"Hago un llamamiento al Consejo de Seguridad para que reaccione con rapidez. Juntos, debemos dar una respuesta decidida, unida e inequívoca a esta secuencia persistente e irresponsable de graves provocaciones. La OSCE está lista para apoyar cualquier acción aprobada por la ONU", ha añadido.
Kurz ha aseverado que este ultimo ensayo pone de manifiesto la necesidad de hacer más efectivo el actual régimen de desarme y no proliferación nuclear. "Corea del Norte debe dejar de mejorar sus capacidades de misiles nucleares y balísticos. Debe regresar inmediatamente a la mesa de negociaciones y debe abstenerse de aumentar aún más las tensiones", ha concluido.
Por su parte, el secretario general de la OSCE, Thomas Greminger, ha mostrado su inquietud por el ensayo de Pyongyang, a quien exige que deponga su actitud "agresiva".
"Estoy profundamente preocupado por la provocación irresponsable de Corea del Norte y su desprecio a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Exhorto urgentemente a la República Popular Democrática de Corea a que abandone su curso de confrontación agresiva y vuelva a respetar las normas internacionales", ha declarado.
El régimen de Corea del Norte ha anunciado este domingo que ha probado con éxito una bomba de hidrógeno que puede ser acoplada a un misil balístico intercontinental, en lo que supone el sexto y más potente ensayo nuclear realizado desde 2006 por el régimen que lidera Kim Jong Un.
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