Elecciones presidenciales en Perú salpicadas por corrupción y narcotráfico

  • Los peruanos elegirán en abril al sucesor del presidente Ollanta Humala, en una contienda liderada por viejos conocidos y candidaturas salpicadas de corrupción, narcotráfico y hasta violencia doméstica, en una muestra de la crisis que vive la dirigencia política del país.

Son 19 los candidatos -secundados por dos vicepresidentes- que solicitaron inscripción ante la autoridad electoral. En el "top five" de las preferencias están Keiko Fujimori, hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori, el economista y exministro Pedro Pablo Kuczynski, el acaudalado empresario emergente César Acuña y los expresidentes Alan García y Alejandro Toledo, todos con algún tipo de cuestionamiento.

"La mayoría de políticos peruanos tiene una trayectoria complicada. El paso por el poder ha sido una manera estupenda de llenarse los bolsillos de plata, esa es la sensación del electorado. La gente lo ha tolerado, pero también se cansa", explicó a la AFP el analista político Augusto Álvarez Rodrich.

El resto de las candidaturas son alianzas o postulantes de izquierda con muy escaso apoyo popular. En la lista, además, está un exgobernador regional preso por corrupción. Hasta Isaac Humala, padre del actual presidente, compite en una vicepresidencia por una lista independiente.

"Hay una feria donde por un lado hay candidatos y, por otro, partidos, que se juntan, y vemos casos de una plancha presidencial formada por un procesado por crímenes de lesa humanidad y una defensora de los derechos humanos. Te muestra la improvisación y la ausencia de un sistema de partidos en Perú", dijo a la AFP el director de la consultora Vox Populi, Luis Benavente.

Es el caso del gobernante Partido Nacionalista. Lleva a la presidencia al exministro y militar en retiro Daniel Urresti, procesado por la muerte de un periodista durante la guerra interna que vivió el país, secundado por la socialista exalcaldesa de Lima Susana Villarán, exvicepresidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

La Unidad de Inteligencia Financiera de la Superintendencia de Banca ha alertado sobre el riesgo de que algunos candidatos al Congreso (130), que también deben ser elegidos en abril, puedan llegar financiados con dineros del narcotráfico, teniendo en cuenta que Perú es importante productor mundial de hoja de coca y cocaína, actividad que mueve al año unos 8.500 millones de dólares ilegales, según cifras oficiales.

La ley regula los aportes para las campañas, pero no permite la fiscalización escrupulosa del origen de los fondos.

Según los últimos sondeos, quien lidera las preferencias, muy lejos de sus rivales, con un 33%, es Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), preso por corrupción y crímenes de lesa humanidad.

Su estrategia ha sido desmarcarse de quienes acompañaron a su padre, para captar más votos. Sus opositores cuestionan el origen de los fondos con los que financió sus estudios universitarios en el extranjero.

Hasta diciembre, Kuczynski se instalaba en un segundo lugar, con un 16%. Economista de derecha a quien sus rivales califican como "lobbista" de las grandes empresas, ha sido ministro en dos gobiernos de distinto signo.

Renunció recientemente a su nacionalidad estadounidense, en una muestra de que no buscará refugiarse en otro país si en algún momento es investigado por algún delito, como lo hizo Fujimori en Japón en 2000.

El empresario Acuña, que asegura tener ingresos anuales por 16 millones de dólares, ha aglutinado preferencias en los últimos meses. Tiene varios procesos abiertos, uno de ellos por enriquecimiento ilícito por su gestión como alcalde en la ciudad de Trujillo. Su exesposa lo acusa además de violencia doméstica, lo que él niega.

El expresidente Alan García (socialdemócrata) intenta un tercer mandato, aunque con una imagen mellada por los indultos que durante su segunda gestión (2006-2011) se concedieron a narcotraficantes.

En busca de sumar apoyo, anunció una alianza con la socialcristiana Lourdes Flores, argumentando la necesidad de unidad para reactivar el país, con una economía sólida pero que creció sólo 2,35% en 2014 tras años de fuerte expansión.

Mucho más lejos en los sondeos está el expresidente Alejandro Toledo (2001-2006), procesado por lavado de activos por una operación de compra de inmuebles.

Pero nada está dicho.

"Tomando en cuenta los últimos procesos, la mitad de los electores decide en el último mes. Aprovechando el descontento con la política tradicional, algunos candidatos pequeños pueden crecer y ganar protagonismo en la batalla del segundo lugar", explicó Benavente.

"El hartazgo y la volatilidad de los electores puede cambiar las cosas en el último tramo", coincidió Álvarez.

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