Tras votar, los candidatos argentinos deliberan entre comer pasta o asado

  • En la jornada electoral argentina, los principales candidatos y figuras políticas dejaron las consignas electorales a un lado para hablar del menú elegido para comer hoy, sus próximas vacaciones o lo que hicieron mientras emitían sus votos.

Víctor Ventura

Buenos Aires, 27 oct.- En la jornada electoral argentina, los principales candidatos y figuras políticas dejaron las consignas electorales a un lado para hablar del menú elegido para comer hoy, sus próximas vacaciones o lo que hicieron mientras emitían sus votos.

Así, los políticos se dividieron en dos bandos irreconciliables: los que se preparaban para comer un típico asado con su familia y los que preferían comer pasta, una de las comidas tradicionales para los fines de semana en Argentina, aunque todos coincidieron en tomar mate.

Entre los partidarios del asado, el candidato oficialista Martín Insaurralde explicó que sus hijos le habían pedido que fuera él mismo a la cocina y preparara una ración de carne en vez de comprar pasta ya hecha.

Insaurralde también anunció que el martes decidiría si finalmente se irá una semana de vacaciones a Miami junto a su novia, la modelo y vedette Jésica Cirio, una decisión que está pendiente de unos análisis médicos que se hará en los próximos días.

En el bando alimentario de enfrente, su compañero del gobernante Frente para la Victoria (FpV), el diputado Juan Cabandié, adelantó que compraría pastas para comer con su familia antes de ir al hotel en el que esperará a conocer los resultados.

La comida hace extraños compañeros de viaje, y el líder del Frente Renovador y principal rival del FpV en Buenos Aires, Sergio Massa, coincidió con Cabandié al anunciar que comería una lasaña que había empezado a preparar la tarde de ayer.

Pero de comida no solo se vive, y distintos miembros del Gobierno aprovecharon el momento de las elecciones para tomarse unos mates, una infusión tradicional típica de Sudamérica.

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, bebió de una taza que le ofrecieron mientras esperaba para introducir su boleta, mientras que el vicepresidente, Amado Boudou, aseguró que iría con sus amigos a tomar una ronda de mates esa misma tarde.

Por su parte, el alcalde de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, que optó por una tercera opción para almorzar y anunció que comería empanadas, tardó más tiempo de lo normal en introducir su voto porque estaba muy ocupado tomando una foto de sí mismo dentro del cuarto de votación, que subió a la red social Instagram.

"Quise sacarme una foto adentro con un celular que me prestaron y como no encontraba el botón demoré", explicó el alcalde a los medios tras introducir su papeleta en la urna.

Su foto creó una nueva moda en las redes sociales, con gente publicando instantáneas de sí mismos mostrando sus papeletas "a lo Macri".

En sus declaraciones a los medios, el líder conservador tampoco perdió la oportunidad de lanzar un dardo a sus rivales y pidió a los votantes que no aplicaran "un correctivo" a su partido, en referencia a una expresión utilizada por el oficialista Cabandié en un polémico vídeo.

El candidato de UNEN Fernando "Pino" Solanas no se sacó fotos pero el documento que utilizó para identificarse sí fue retratado por todos los ciudadanos que le rodeaban.

Solanas, de 77 años, se presentó en el colegio electoral con su Libreta de Enrolamiento, una cartilla que servía para justificar que los hombres hubieran realizado el antiguo servicio militar obligatorio antes de que se creara el Documento Nacional de Identidad (DNI) en 1968.

Algunas personas pidieron desde las redes sociales al diputado que donara "a un museo" su libreta, que, pese a su antigüedad, es todavía válida para votar.

Más problemas con su documento tuvo el alcalde del municipio bonaerense de Almirante Brown, Darío Giustozzi, que en las primarias del pasado agosto se olvidó su DNI y tuvo que volver a su casa antes de poder emitir su voto.

Esta vez explicó que había optado por colocar su tarjeta encima de la mesa de su casa hace dos días, para tenerla a mano constantemente después de que su hija le pidiera que no hiciese "el papelón otra vez".

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