Manos Unidas denuncia que Tailandia es uno de los países de Asia con más refugiados y mayor tráfico de personas

EUROPA PRESS

Según la ONG, en Tailandia los Derechos Humanos son vulnerados constantemente, lo que convierte al país en uno de los estados con peor índice de trata de personas, que son explotadas laboral y sexualmente. Con el proyecto 'Empoderamiento de trabajadores birmanos y sus familias', Manos Unidas ayuda a 8.325 personas en Bangkok y la zona fronteriza de Kanchanaburi.

La ONG estima que en estas provincias hay más de 350.000 inmigrantes susceptibles de ser arrestados, expulsados o explotados, que ven además dificultado el acceso a los servicios sociales más básicos. Manos Unidas lleva más de 10 años trabajando en la zona junto a la Comisión Nacional Católica de Migraciones (NCCM), dependiente de la Conferencia Episcopal Tailandesa, para ofrecer a los refugiados oportunidades educativas en aras de propiciar su integración laboral y social.

Líbano es uno de los países más afectados por la actual crisis de refugiados, principalmente como consecuencia de la guerra en Siria. Actualmente acoge a un millón y medio de refugiados, lo que supone el 30% de su población. Con el objetivo de favorecer su integración, Manos Unidas pondrá en marcha el proyecto 'Promoción y protección infantil' en Trípoli, desde donde la mayoría de refugiados sirios intentan salir principalmente hacia Turquía.

El proyecto, que cuesta unos 80.000 euros, se llevará a cabo en el barrio de Maarat y beneficiará a 90 niños y a sus familias. El 50 por ciento de los refugiados son sirios, el 40 por ciento son libaneses en exclusión social y el resto de refugiados son en su mayoría iraquíes, egipcios o eritreos.

EGIPTO

Egipto, por otra parte, es uno de los países que recibe más refugiados de Eritrea, que ha sufrido un descenso de la población del 5 por ciento. Según Manos Unidas, aunque el objetivo de esta población es llegar a Israel, los desplazados, en su mayoría jóvenes, son interceptados por traficantes en la península del Sinaí, donde son torturados.

En el barrio de Zamalek, en El Cairo, Manos Unidas ha puesto en marcha un proyecto de apoyo educativo para niños y adultos refugiados eritreos, que ha mejorado la calidad de vida de 300 jóvenes y 100 niños y del que se han beneficiado indirectamente unas 2.000 personas. El proyecto se ha desarrollado con la participación del Instituto Misionero Comboniano, que trabaja desde hace 30 años con la comunidad eritrea y dispone de las instalaciones necesarias para ofrecerles todo tipo de apoyo para facilitar su integración.

"Los refugiados se merecen acción e inversión, no indiferencia y crueldad. En ello es en lo que Manos Unidas trabaja en Líbano, Tailandia y Egipto, entre otros países", ha aseverado María González Dyne, una de las responsables de los programas de Manos Unidas. "La realidad de todos los desplazados son importantes, ya que todas atañen a personas que viven situaciones de indignidad y sufrimiento. Por eso trabajamos con todas ellas, las apoyamos y las acompañamos en su proceso de integración", ha añadido González Dyne.

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