Save The Children advierte a la UE de que los refugiados seguirán llegando pese al cierre de fronteras

  • La ONG denuncia "devoluciones en caliente a gran escala" por parte de Hungría y Croacia
EUROPA PRESS

El cierre de la ruta de los Balcanes, hace ya un año, ha permitido reducir el número de personas que llegan a la región "huyendo de la muerte" pero no ha conseguido cortar el flujo de inmigrantes y refugiados, que seguirán entrando aunque se blinden todas las fronteras, aún a riesgo de sus vidas, según ha alertado el director general de Save The Children en España, Andrés Conde, que ha pedido a la UE "rutas legales y seguras".

Conde visita esta semana la región, empezando por Serbia, donde unas 8.000 personas, entre ellas 3.500 niños, muchos de ellos sin la compañía de ningún adulto, aguardan a poder continuar su camino hacia el centro y el norte de Europa.

En Belgrado, donde se encuentra en estos momentos, un grupo de unos 1.200 refugiados ha ocupado unos almacenes abandonados. "Están en unas condiciones increíbles", cuenta en una entrevista a Europa Press. Están hacinados, sin saneamientos, con una acumulación de basura "absolutamente espectacular" y calentándose como pueden, con fogatas que generan un "humo insalubre".

"Las autoridades serbias están completamente desbordadas", lamenta. Aunque siguen abriendo centros de acogida para refugiados, solo hay capacidad para unos 6.000 y actualmente la pequeña nación balcánica alberga a unos 8.000.

Conde llama la atención sobre la situación de los niños, que representan el 40 por ciento de la población refugiada de Serbia. Son el grupo más vulnerable porque muchos "llevan años en tránsito migratorio sin saber qué está pasando", y en algunos casos sin sus familias, por lo que están expuestos a todo tipo de abusos.

Save The Children procura darles "espacios diferenciados de los adultos" para evitar la explotación laboral y sexual. "Parte del trabajo es escuchar su sufrimiento y explicarles qué está pasando y qué pueden esperar del futuro" porque "llegan muy desorientados".

Se trata de paliar sus necesidades urgentes y "reducir su estrés emocional, que muchas veces no son capaces de expresar, aunque lo cargan igual que los adultos". A largo plazo, el objetivo es garantizar su acceso a la educación para evitar "generaciones perdidas de niños sirios, iraquíes, afganos o paquistaníes".

"DEVOLUCIONES EN CALIENTE"

Conde advierte de que, a pesar de que "las llegadas más visibles han disminuido", hay un flujo que no ha cesado ni siquiera con el acuerdo que la UE y Turquía alcanzaron el año pasado para cerrar las fronteras comunitarias a la inmigración ilegal.

"Aquí, por Serbia, han pasado 80.000 personas (en el último año) y cada día llegan más de 100", los que supone 3.000 entradas mensuales. "Pero a medida que el tiempo mejore un poco se estima que van a llegar unas 500 personas al día", augura.

Conde enfatiza que, cuando por fin alcanzan territorio europeo, "han sido explotados por toda la gente que han encontrado en el camino, han perdido todas sus posesiones e incluso a varios familiares directos". "Llegan huyendo de la muerte, arruinados y exhaustos", apostilla.

También están desinformados por culpa, principalmente, de las mafias de tráfico de personas, que hacen de la desinformación "una estrategia de negocio". "Les prometen una futura apertura de fronteras, con lo cual mantienen la esperanza", explica.

Sin embargo, las autoridades de los países receptores también alimentan esta confusión porque "no dan mensajes completamente claros a estas personas sobre cuál es su situación y qué pueden esperar" para evitar nuevas solicitudes de asilo.

El caso extremo son las llamadas "devoluciones en caliente" que, según Conde, se están produciendo "a gran escala" e incluso con violencia en las fronteras de Hungría y Croacia hacia Serbia para impedir que los recién llegados ejerzan su derecho a solicitar asilo.

Conde ha reclamado a la UE que tome cartas en el asunto porque "se trata de fronteras de la UE" en las que se está violando el Derecho Internacional, que impone la obligación de informar a los refugiados sobre sus derechos, entre ellos el de asilo.

"VA A CONTINUAR"

Conde se ha mostrado seguro de que ninguna de estas actuaciones va a reducir a cero el número de inmigrantes y refugiados que llegan a Europa "porque el problema está motivado por la falta de oportunidades de vida" en los países de origen.

Interrogado sobre los acuerdos que la UE negocia con terceros países para repicar el pacto turco, ha sostenido que "por muy duras que sean las barreras va a haber redes de tráfico de personas capaces de superarlas", solo que "con más peligro para quienes huyen de la violencia".

A medida que se endurecen las condiciones de entrada en la UE, las mafias aumentan sus cuotas --que rondan entre los 7.000 y 10.000 euros por persona-- y las rutas son más peligrosas, por lo que con la "externalización de las fronteras" lo único que se consigue es poner las vidas de inmigrantes y refugiados en manos de criminales, denuncia.

Conde ha exigido a la UE que abra vías "legales y seguras" para que puedan continuar su camino sin arriesgarse a sufrir la violencia de la que pretenden escapar. Hasta entonces, ha subrayado, "van a seguir llegando, van a tener que seguir adelante y lo van a hacer a través de traficantes".

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