El este de la RDC, con 3 millones de desplazados, en emergencia sanitaria

  • La población del este de la República Democrática del Congo (RDC), acosada por un conflicto con grupos rebeldes, sobrevive en una situación de emergencia sanitaria que afecta sobre todo a los 3 millones de desplazados internos del país, alertó hoy Médicos Sin Fronteras (MSF).

Nairobi, 3 mar.- La población del este de la República Democrática del Congo (RDC), acosada por un conflicto con grupos rebeldes, sobrevive en una situación de emergencia sanitaria que afecta sobre todo a los 3 millones de desplazados internos del país, alertó hoy Médicos Sin Fronteras (MSF).

Las crisis humanitarias y las epidemias son cotidianas para los congoleses que, desprovistos de un sistema de salud funcional, sobreviven en el este del país, una zona rica en minerales que tradicionalmente ha sido bastión de insurgentes armados.

El informe "Emergencia diaria: El sufrimiento silencioso en la República Democrática del Congo", hecho público hoy por MSF, revela la necesidad de una "acción inmediata" para poner fin al sufrimiento de la población civil en esta región.

En el este de la RDC, fronterizo con Ruanda, un gran número de personas que necesitan ayuda humanitaria no tienen acceso a la misma, concluye MSF.

La RDC cuenta con 2,96 millones de desplazados internos, refugiados la gran mayoría en las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur, la provincia Oriental y Katanga, todas en el este, según datos de Naciones Unidas de diciembre de 2013.

Esta cifra no contempla el gran número de desplazados "escondidos" que viven en familias de acogida o refugiados en los bosques, para quienes la situación también es "calamitosa", advirtió MSF.

Esta gente sobrevive con poca o ninguna asistencia humanitaria, en medio de una presión creciente sobre las ONG para canalizar su ayuda a ciertas zonas "liberadas" por el Ejército congolés.

Con ello, el Gobierno pretende estabilizar las regiones afectadas por el conflicto y reforzar la autoridad del Estado, explica MSF.

Entre las principales causas por las que a muchas comunidades no les llega la asistencia de ONG ni del Gobierno se encuentran la falta de infraestructuras, los desplazamientos forzosos y el conflicto permanente.

La violencia sostenida contra la población civil, el personal médico y la propiedad privada obliga a los equipos sanitarios a suspender sus actividades.

Otro de los factores por los que los habitantes de las provincias orientales no reciben ayuda médica es el pernicioso funcionamiento del sistema de salud nacional.

Los ciudadanos se ven obligadas a pagar por recibir atención sanitaria, pese a vivir en una zona de guerra y a que teóricamente el sistema nacional de salud garantiza la atención en situaciones de emergencia, explica MSF.

"Epidemias de enfermedades como el sarampión, la malaria o el cólera ocurren año tras año en el Este del Congo. Sin embargo, el sistema de salud, en la mayoría de los casos, no puede impedirlo ni responder", dijo Jatinder Singh, coordinador médico de MSF en el país.

Singh se mostró convencido, no obstante, de que "mucho de este sufrimiento podría evitarse".

Para ello, MSF pidió a los actores armados del conflicto que respeten a los civiles y a las organizaciones humanitarias.

Igualmente, exigió que se asista a la población necesitada con independencia de su ubicación o "agenda política", y que se eliminen las barreras financieras a la atención médica para los habitantes de zonas de conflicto.

El Gobierno de la RDC firmó un acuerdo de paz el pasado diciembre con el principal grupo rebelde, el Movimiento 23 de Marzo (M23), después de que los insurgentes anunciaran el cese oficial de su lucha armada.

Sin embargo, otras organizaciones armadas siguen actuando en el este de la RDC, inmerso todavía en un frágil proceso de paz iniciado tras la segunda guerra del Congo (1998-2003).

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