El congreso rechaza exceptuar de la ley de amnistía los delitos de lesa humanidad del franquismo


El Congreso de los Diputados rechazó hoy por 320 votos frente a 8 modificar la Ley de Amnistía de 1977 para excluir de su aplicación a los delitos de lesa humanidad cometidos por el franquismo, como sugería una proposición de ley del BNG que sólo gozó del apoyo de IU-ICV-ERC.
La propuesta, defendida por el portavoz de los nacionalistas gallegos, Francisco Jorquera, sostenía que la Ley de Amnistía se aprobó para anular las condenas de tribunales franquistas a actos realizados en defensa de la democracia, y aborrecía de que sus aplicaciones posteriores habían conducido a eximir a los responsables de los crímenes del franquismo de rendir cuentas ante la ley.
En esa línea, apelaba al Derecho Internacional y los tratados y convenios firmados en el marco de Naciones Unidas para concluir que los delitos de lesa humanidad no son prescriptibles y reclamar el añadido de un artículo a la Ley de Amnistía para juzgarlos, incluso con carácter retroactivo, de acuerdo con lo dispuesto en la legalidad internacional.
Sin embargo, Jorquera se quedó prácticamente solo en la defensa de esta reforma, pues en el debate parlamentario sólo contó con el respaldo del portavoz de IU, Gaspar Llamazares, quien suscribió todos los argumentos de su colega del BNG y definió la Ley de Amnistía como una "ley de punto final", como las recriminadas a diversos países sudamericanos en relación a sus dictaduras militares.
Desde el PSOE, el diputado Jordi Pedret rechazó la proposición del BNG tanto por su "contenido" como por su "oportunidad", recordó que los tratados y convenios internacionales ya forman parte del ordenamiento español y proclamó los principios de irretroactividad penal y seguridad jurídica para denegar que se apliquen tipos penales inexistentes en el momento de comisión de los delitos.
Además, citó al exsecretario general de Comisiones Obreras, Marcelino Camacho, quien avaló la amnistía como una política democrática para acabar con las épocas de cruzadas. Y, más en general, recordó que la amnistía no nació del Congreso, sino del grito en las calles, por parte de intelectuales y estudiantes, del lema "Libertad, amnistía y estatuto de autonomía".
También el diputado popular Arsenio Fernández de Mesa, que intervino inmediatamente antes que Pedrell, rememoró la satisfacción de Camacho con la Ley de Amnistía y su disposición a dejar atrás "muertos y rencores". Incluso, sacó a colación un documento de 1956 del PCE que reconocía que no era justo hacer pesar sobre una nueva generación que no había vivido la guerra civil los odios que se forjaron entonces.
Por todo ello, el portavoz del PP recriminó al BNG que, muchos años después de 1956 y de 1977, este grupo vuelva a traer "muertos y rencores" impidiendo ir hacia adelante y cuestionando la base del ordenamiento democrático español. Según Fernández de Mesa, "confundir la memoria colectiva con la historia" es lo que ha dado lugar al "sinsentido" que a su juicio es la memoria histórica.
Los grupos parlamentarios de CiU y PNV, por boca de sus diputados Jordi Xuclá y Aitor Esteban, también expresaron su rechazo a la proposición de ley del BNG, pese a certificar su oposición radical al franquismo.

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