El presidente húngaro defiende que su polémica ley de medios solo pretende "poner orden"

  • Pál Schmitt ha justificado así el proyecto de ley de medios de comunicación al que dio luz verde hace unas semanas, justo cuando su país comenzaba la presidencia rotatoria de los Veintisiete. La propia Unión Europea está investigando la normativa por promover, supuestamente, la censura.

Hungría elige a Pal Schmitt como presidente del país
Hungría elige a Pal Schmitt como presidente del país

El presidente húngaro, Pál Schmitt, se ha reconocido entre los impulsores de la reforma normativa de los medios de comunicación que diversos analistas han calificado de "ley mordaza", igual que la polémica ley de Silvio Berlusconi en Italia.

Schmitt, que está de visita en España para inaugurar la presidencia rotatoria de su país en la UE, forma parte del mismo partido de derecha del primer ministro Viktor Orban (Fidesz). Fue él quien firmó el proyecto de ley y defiende la constitucionalidad de la medida del Ejecutivo.

En ella se establece, entre otras cosas, un consejo con amplios poderes, compuesto por miembros nombrados por el partido gobernante. Eso es lo que ha despertado los temores de que se pueda convertir en una medida de limitación a la libertad de prensa.

"Lo único que queríamos era poner orden. La crítica nos cogió desprevenidos"
, confiesa el presidente húngaro ante el toque de atención que le ha dado la Unión Europea justo cuando su país asumía la presidencia rotatoria de los Veintisiete.

Pál Schmitt asegura que el documento de 140 páginas busca aplicar las mismas normas que ya existen en los medios tradicionales también en internet. "En la televisión no se pueden ver escenas obscenas y en prensa no se pueden decir palabras obscenas, pero en las respectivas webs de esos medios sí", ejemplifica Schmitt.

El consejo regulador tendría la facultad de imponer multas de hasta 750.000 euros a los medios que atenten contra la moral pública. "Les guste o no, por encima de todo está la dignidad humana", defiende Schmitt.

El presidente húngaro ha subrayado en un coloquio organizado por Fórum Europa que el polémico proyecto de ley pretende, "proteger a los menores, erradicar la incitación al odio y el desperdicio de los medios públicos". De esta forma, también han cerrado el canal Duna Televisio (equivalente a La 2 en España), han reglamentado el tiempo y volumen de emisión de la publicidad y han cambiado los tramos de edades aptas para los contenidos.

Mientras tanto, la Comisión de la UE de la Agenda Digital está verificando posibles infracciones de la legislación comunitaria y Hungría se ha comprometido a modificar su normativa si así se lo pide finalmente la Unión Europea.

Integración de los gitanos

Pál Schmitt ha aprovechado su visita a España para anunciar que durante la presidencia rotatoria de la UE, su país impulsará una política de integración de la comunidad gitana.

Hungría es uno de los países europeos donde más gitanos viven y donde los problemas de convivencia con esta minoría vienen de lejos, por ejemplo con colegios-gueto. Además, las polémicas medidas de expulsión de gitanos en Francia el año pasado parecen haber animado al Ejecutivo húngaro a poner este asunto entre sus máximas prioridades.

Schmitt argumenta que la integración de la comunidad gitana exige una solución común en la UE y ha invitado a los estados miembros a impulsar políticas (como la creación de empleo para esta minoría) para lograrlo.

A Turquía le quedan 25 años

El presidente húngaro se ha mostrado a favor de la integración de Turquía en la Unión Europea. Asegura que no se le puede exigir primero que asegure sus fronteras y después dejar al país de lado. Sin embargo, ha admitido que "las negociaciones son muy difíciles: en cinco años solo hemos abordado tres capítulos; a este ritmo tardaremos 25 años".

Por otra parte, la presidencia húngara desea impulsar la integración de los países balcánicos–como los que conforman la ex Yugoslavia- en la Unión Europea, pues considera que forma parte intrínseca del continente.

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