Sánchez, González y Guerra conmemoran mañana el 40 aniversario de Suresnes

  • El PSOE conmemorará mañana el 40 aniversario de Suresnes con un acto en el que intervendrán el secretario general, Pedro Sánchez, el expresidente del Gobierno Felipe González y el exvicepresidente Alfonso Guerra.

Madrid, 15 oct.- El PSOE conmemorará mañana el 40 aniversario de Suresnes con un acto en el que intervendrán el secretario general, Pedro Sánchez, el expresidente del Gobierno Felipe González y el exvicepresidente Alfonso Guerra.

Impulsada por la Fundación Pablo Iglesias -que preside Guerra-, la celebración tendrá lugar en la madrileña Casa de América, con el lema "Haciendo socialismo en libertad".

A ella asistirán algunos de los que participaron como delegados en el cónclave (300 delegados que representaban a los 3.600 militantes que tenía el PSOE entonces), como el histórico del socialismo en el exilio José Martínez Cobo, han indicado a Efe fuentes socialistas.

No está previsto, sin embargo, que acuda uno de sus principales protagonistas, Nicolás Redondo, de 87 años, por problemas de salud.

El XXVI Congreso del PSOE, conocido como congreso de Suresnes por haberse celebrado -del 11 al 13 de octubre de 1974- en ese municipio francés cercano a París, eligió secretario general a Felipe González.

Para esa elección fue de gran importancia el apoyo que Nicolás Redondo prestó al entonces joven abogado laboralista sevillano, más conocido por "Isidoro".

En el PSOE existían por entonces tres grupos principalmente: González pertenecía al "grupo de Sevilla" junto a Alfonso Guerra, Guillermo Galeote y Luis Yáñez; el grupo de los vascos, con Ramón Rubial, Nicolás Redondo, Enrique Múgica, José María Benegas y Ramón Jaúregui y, enfrentado a ellos, la organización madrileña liderada por Pablo Castellano.

A pesar de que todo apuntaba a que saldría elegido como secretario general Nicolás Redondo, que contaba con gran prestigio, éste decidió no presentar su candidatura y anunció su apoyo a la de González.

Redondo consiguió con esto que los opositores se integraran en una única candidatura, la de González, que logró el voto de todos los delegados asistentes.

En virtud de ese acuerdo, el secretario de Organización fue Nicolás Redondo; el de Coordinación, Enrique Múgica; el de Prensa, Alfonso Guerra; el de Propaganda, Guillermo Galeote, y el secretario Internacional, Pablo Castellano.

El de Suresnes fue el último congreso que el PSOE celebró en el exilio y en él apareció un nuevo concepto de activismo, en pro de un pragmatismo político y de un sistema organizativo profesional.

Los socialistas defendieron en él "el derecho de autodeterminación" y "la constitución de una república federal de las nacionalidades del Estado", y llamaron a la "radicalización" de sus planteamientos y "hacia una acción solidaria contra el régimen de Franco", al tiempo que pidieron el boicot al ingreso de España en la entonces Comunidad Económica Europea (CEE), mientras existiera la dictadura.

Suresnes significó la consagración del PSOE como única fuerza política de alternativa socialista, el nacimiento de un líder aglutinador de las diversas corrientes y el diseño de un nuevo partido.

Cuarenta años después, el PSOE conmemora aquel 'congreso de la renovación' en medio del proceso de cambio generacional e ideológico que comenzó hace tres meses con las primarias que auparon a Pedro Sánchez al liderazgo del partido.

Si entonces el PSOE clausuraba en el exilio una etapa de su historia y abría otra que lo llevaría al Gobierno de España ocho años después, ahora atraviesa otro proceso de cambio con la misma meta: la Moncloa, desde donde desarrollar, según Sánchez, una "segunda transición económica y política" equiparable al proyecto reformista de González en los 80.

Aunque en numerosas ocasiones Pedro Sánchez ha reivindicado la figura de Felipe González como su gran referente, también ha discrepado públicamente con él, por ejemplo cuando el expresidente defendió la inocencia de Jordi Pujol a propósito de sus cuentas en paraísos fiscales.

Fuentes del partido aseguran que el aforo para asistir al acto (unas 300 personas) está "desbordado" y que se mostrará la placa conmemorativa que el Ayuntamiento de Suresnes ha autorizado colocar en el teatro Jean Vilar, cuarenta años después.

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