Theresa May marca los cinco pilares que guiarán las relaciones tras salir de la UE

  • La primera ministra británica ha apostado por una aplicación limitada en el tiempo, pero entendida como "solución permanente". 
La primera ministra británica, Theresa May, sale del nº 10 de Downing Street de camino al Parlamento (EFE/ Andy Rain)
La primera ministra británica, Theresa May, sale del nº 10 de Downing Street de camino al Parlamento (EFE/ Andy Rain)

La primera ministra británica, Theresa May, ha trazado los cinco pilares que guiarán las nuevas relaciones tras el Brexit: "acuerdos recíprocos vinculantes, un mecanismo de arbitraje independiente, diálogo constante y medios de consulta; y la protección tanto de los datos como las relaciones entre los residentes de Reino Unido y la UE".

En un discurso pronunciado en la Mansion House de Londres, May ha asegurado que está a punto de concretar con Bruselas los plazos de aplicación de las diferentes fases de su proceso de salida de la Unión Europea, el coloquialmente conocido como Brexit, y que ahora mismo ambas partes se encuentran en un "momento crucial de las negociaciones".

En este sentido, May ha declarado que la aplicación del Brexit debe ser "limitada" en el tiempo y en modo alguno puede tratarse de una "solución permanente", según ha hecho saber.

La primera ministra ha declarado que, siendo como es una negociación, "ninguna de las dos partes puede conseguir exactamente lo que quiere", y que tanto Londres como Bruselas, "tienen que mirar más allá de cualquier precedente", caso concreto y explícito de Canadá, que "en modo alguno podría dar a la UE ni la amplitud ni la profundidad de mercado que desea".

La primera ministra ha añadido que cualquier relación comercial futura entre la UE y Reino Unido deberá contar con un mecanismo particular de arbitraje, completamente independiente, y estar basada en "acuerdos recíprocos y vinculantes".

Sobre la cuestión irlandesa, May ha avanzado que Londres y Bruselas tienen sobre sus hombros la responsabilidad conjunta de hallar una solución para impedir una frontera dura con Irlanda que pueda romper el mercado común británico.

A partir de ahí, cualquier acuerdo posterior a la salida de Reino Unido de la UE, "deberá respetar el referéndum que devuelve a Londres el control de las fronteras, de las leyes y del dinero".

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