Bancos

Cheques nominativos: qué son y cómo se cobran

Existen varios tipos de cheques según el tipo de destinatario y las modalidades de cobro.

Los cheques nominativos son más seguros, ya el beneficiario es uno único.
Los cheques nominativos son más seguros, ya el beneficiario es uno único.
Pixabay

Aunque no son tan habituales en nuestro país, los cheques son un método de pago como otro cualquiera. Existen de diversos tipos y con diferentes sistemas para recibir el dinero que tengan como concepto y uno de ellos, que está entre los más seguros, es el cheque nominativo. 

Los cheques nominativos son aquellos en los que el beneficiario tiene nombre y apellidos, es decir, que están dirigidos única y exclusivamente a quien es el receptor de ese cheque. Al contrario de este tipo, los cheques al portador son aquellos más fáciles de cobrar ya que el banco deberá dar el dinero a la persona que lo entregue en ventanilla, sea quien sea. 

Una vez aprendida esta diferencia, si recibimos un cheque al portador debemos seguir, igualmente, una serie de instrucciones para cobrarlo. La primera es, obviamente, acudir al banco con los documentos identificativos que acrediten que somos, en efecto, los beneficiarios. 

Después, como explican desde el Banco de España, habrá que tener en cuenta la modalidad de cobro del cheque. En BBVA explican que los cheques pueden ser cruzados (no pueden ser cobrados en efectivo, solo abonados en cuenta), conformados (el banco retiene la cantidad a pagar para garantizar la solvencia y, por tanto, el cobro) y bancarios (está firmado por el banco, por lo que es la entidad quien se encarga de abonarlo).

Acudir a la sucursal emisora

Así pues, acudirnos al banco con nuestro cheque y nos dirigimos a la ventanilla. Sin embargo, podemos encontrarnos que la sucursal es distinta a aquella reflejada en el cheque: podría ser que no pudiéramos cobrarlo, ya que esta oficina no tiene la obligación de hacerse cargo de pagar un cheque librado en otra sucursal (a excepción de que, por contrato o de manera expresa, así se señale). 

Si se tiene la posibilidad, es más cómodo acudir a la sucursal emisora del cheque a cobrarlo, aunque es cierto que en la actualidad es más habitual que otra oficina distinta haga el pago del cheque. La sucursal deberá cumplir entonces las gestiones confirmatorias necesarias con la oficina librada (existencia de saldo disponible, verificación de la firma, etc.), lo cual puede ocasionar al cliente gastos extra por comisiones.

Y es que pagar un cheque por ventanilla en una oficina distinta a aquella en la que el firmante tiene cuenta abierta implica un riesgo para el banco, ya que no se puede comprobar que la firma del librador coincide con la del titular de la cuenta. Esta medida es necesaria para evitar que se pague un cheque irregularmente emitido, por eso son necesarias tantas comprobaciones y verificaciones de seguridad.

Por último, antes de ir a cobrar un cheque cabe recordar que si el importe es igual o superior a 1.000 euros (incluso inferior si se sospecha de blanqueo de capitales) será necesario identificarse ante la entidad bancaria.

Mostrar comentarios