Ante la subida meteórica del precio de los derivados del petróleo no fallan los consejos para tratar de limitar los consumos y, así, tratar de ponerle freno a una sangría que afecta sobre todo al bolsillo de los conductores. El precio de la gasolina y el diésel, que ha parecido estancarse hoy a primera hora de la mañana tras haber estado creciendo sin freno durante las últimas semanas. Así, la sin plomo 95 está a 1,869 €/l y el diésel a 1,851 €/l de media.
Además de escoger muy bien dónde repostar para tratar de encontrar las gasolineras más baratas y ahorrar hasta 10 euros de media por cada depósito de gasolina, también se pueden adoptar ciertas actitudes al volante que ayuden a nuestro coche a mantener un consumo de combustible eficiente.
Desde el Real Automóvil Club de España, el RACE, explican varios consejos muy útiles a poner en práctica cada vez que cojamos el coche. Los primeros de ellos es planificar bien el viaje y mantener en perfectas condiciones el vehículo. Un trayecto planificado y ordenado evitará atascos, desvíos, rodeos... gestos que acaban aumentando el gasto en combustible hasta en un 14%. Comprobar, por otro lado, que los neumáticos están en perfecto estado ayuda a contener el consumo. Igualmente, llevar el coche muy cargado incrementa el peso de la maquinaria y obliga a gastar más.
Velocidad estable, aire acondicionado...
A la hora de conducir, hay que arrancar el coche sin pisar el acelerador y dejando que el motor se caliente en el caso de los conductores diésel. Habrá que usar la primera marcha solo para arrancar y cambiar rápidamente a segunda. Después, habrá que mantener una velocidad de 20 kilómetros por hora durante unos cinco segundos y sin acelerones, lo que permite ahorrar hasta un 11% de combustible.
Mantener la velocidad lo más estable posible y buscar fluidez a la hora de conducir es otro gesto que ayuda a alargar el tanque de gasolina. Si hay que frenar, hay que hacerlo de forma suave y reduciendo la marcha lo más tarde posible, con especial atención a las cuestas en bajada. Durante la conducción, es aconsejable utilizar el freno motor para reducir la velocidad y apostar siempre por las marchas más largas para evitar revolucionar el motor.
Circulando a más de unos 20 km/h con una marcha insertada, si no se pisa el acelerador el consumo de carburante es prácticamente nulo. Al ralentí, el coche consume entre 0,5 y 0,7 litros/hora. Por esta razón, en paradas prolongadas es recomendable apagar el motor.
Igualmente, hay que saber elegir entre el aire acondicionado y las ventanillas abiertas. En ciudad y con calor, es mejor quitar el climatizador y abrir las ventanas pero en autopista o carretera es mucho mejor mantener el habitáculo cerrado y usar el climatizador.
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