Cómo bajar o subir la potencia contratada de la factura de la luz

El precio de la factura de la luz se calcula teniendo en cuenta varios aspectos, como el consumo de kilovatios, los peajes y la potencia contratada. Ajustar correctamente esta segunda característica a las necesidades de funcionamiento de nuestro hogar o incluso nuestro negocio puede ser la clave para ahorrar en la factura de la luz. 

La potencia de la red necesaria para funcionar depende de el número de personas que vayan a hacer uso de la red al mismo tiempo, de los electrodomésticos que se utilicen y las características de la vivienda. Para calcular la que se necesita, se pueden usar las aplicaciones de las diferentes compañías o sumar las diferentes potencias de los electrodomésticos.

Entre una y otra potencia contratada puede haber, al final del ciclo de facturación, una diferencia de hasta 10 euros en una factura u otra, dependiendo si se han contratado 4,6 kW o 3,45 kW. Sin embargo, contar con una potencia menor a la necesaria puede provocar que la luz salte constantemente y no puedan conectarse varios aparatos de manera simultánea, entorpeciendo la vida diaria. 

Cómo cambiar la potencia

Por lo tanto si es necesario cambiar la potencia contratada para aumentarla o bajarla, habrá que contactar sí o sí con la compañía eléctrica que nos provea el suministro. Se puede hacer tanto por teléfono como presentándose en las oficinas propias de la empresa e incluso algunas permiten hacer la gestión a través de los espacios personales en la web. 

Este trámite no es gratuito: bajar la potencia cuesta alrededor de unos 11 euros incluyendo el IVA y subirla llega a cobrarse en 45 euros por "derechos de extensión y de acceso". Desde las compañías eléctricas avisan de no cambiar la potencia a la ligera, ya que puede acabar siendo un trámite contraproducente y acabar encareciendo mucho las próximas facturas ante la necesidad de pagar el cambio de potencia.