Facturas

Cómo cambiar la tarifa de la luz contratada para ahorrar en la factura

Ajustando la potencia y la discriminación horaria se puede reducir el coste de este suministro.

Precio de la luz.
Precio de la luz.
Foto de Emmet de Pexels.

La subida de los precios de la luz es imparable. Después de un nuevo récord del coste de este suministro, muchos hogares piensan en cómo pueden ahorrar a final de cada ciclo de facturación para aliviar las cuentas de cada mes. Los encajes de bolillos para ver cómo y cuándo hacer la colada, encender el lavavajillas o enchufar el aire acondicionado son una ligera solución, pero no la única. 

El cambio de tarifa permite ahorrar ajustando las condiciones contratadas teniendo en cuenta dos conceptos clave: la potencia contratada, que es un coste invariable que se reflejará siempre en la factura, y la cantidad consumida, que será el grueso de la factura y variará cada mes dependiendo del uso. 

Para cambiar la tarifa contratada es tan sencillo como llamar a la compañía y solicitar el cambio. Cada empresa tendrá su procedimiento pero no habrá grandes impedimentos a la hora de modificar lo contratado aunque habrá que pagar un ligero coste en el caso de cambiar la potencia. 

Qué cambios solicitar

Teniendo en cuenta estas dos claves de la factura, el primer cambio que puede solicitarse es de potencia. Ajustar la potencia contratada, y más ahora que con la nueva factura se permite tener dos distintas en diferentes momentos del día, se podrá reducir la factura incluso en 20 euros al mes. 

Habitualmente, los hogares tienen una potencia de 4,4 kW contratada, pero puede reducirse a 3,6 kW dependiendo del tamaño de la vivienda y del número de aparatos eléctricos que vayan a utilizarse al mismo tiempo. Si se reserva la lavadora para un horario o se tiene cuidado de no conectar el aire acondicionado al mismo tiempo que se cocina, es posible ahorrar por este lado.

El segundo cambio es el del precio en las diferentes horas. Hacer uso de la discriminación horaria aprovechando las horas valle o súper valle, cuando el precio por kilovatio es mucho más barato, y reduciendo el uso de electrodomésticos durante la franja horaria más cara, puede ser una manera de ahorrar. Dependiendo de los hábitos de consumo, del tamaño de la vivienda o del tamaño de la familia, también puede ser interesante apostar por una tarifa plana de luz, pagando un fijo independientemente del horario de uso de los electrodomésticos. 

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