Cómo funciona la tarifa regulada de la luz, habitual en los hogares españoles

Entre subidas y bajadas (pocas) del precio de la luz, seguro que has oído hablar de los tramos de discriminación horaria, del tipo de mercado, de la potencia contratada.... Y de las tarifas reguladas o fijas. Tener una u otra cambia la manera en la que nos facturan el gasto en electricidad y es importante saber cómo funcionan. 

La tarifa regulada, también conocida como Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor, es la más habitual en los hogares españoles ya que su uso es muy común en inmuebles con poca potencia contratada y un consumo más reducido. Este sistema, implantado por el Gobierno, sirve para determinar el precio de los clientes que están dentro del mercado regulado. 

En Endesa explican que la tarifa  PVPC tiene un precio para el kWh que cambia cada hora de cada día en función de la oferta y la demanda. El precio sube en los días y horas en que más electricidad consumen los españoles, y baja en los momentos en que hay menos demanda energética.

Cómo se factura

Para ello, o bien se usa un contador inteligente o bien se aplica el llamado perfil de un consumidor promedio, creado por Red Eléctrica España. En el mercado eléctrico con la tarifa PVPC la factura se emite según el consumo real durante cada hora y el precio de la luz para esa misma hora, teniendo en cuenta obviamente los tramos de discriminación horaria y el uso de luz en esos tramos.  

Así, el consumo real y exacto durante cada hora lo proporcionan los contadores inteligentes (o el promedio estimado). El precio del kWh en la tarifa PVPC cambia cada hora de cada día. Multiplicando los kWh consumidos en cada hora por el precio del kWh en cada una de esas horas, resulta lo que se te factura por el consumo de energía.

Algunas de las características principales de este tipo de factura, recopiladas por Total Energies, son que su precio está en  constante variación, pero que es ajustado y personalizado a los consumos y horarios de cada cliente. Además, la tarifa PVPC solo es comercializada por las compañías distribuidoras autorizadas dentro del mercado regulado y los contratos no suelen tener permanencia, aunque su potencia máxima por otro lado es de 10 kWh.