Cómo hacer un abanico de cartón

Para hacer un estupendo abanico manual solo necesitarás una caja de zapatos. Con ese elemento básico puedes hacer un complemento ideal para refrescarte en los días de verano.

1 Busca una lámina de cartón fino.

Para empezar, consigue una lámina de cartón fino. Te servirá una caja de zapatos. También puedes usar cartulinas. En este caso tendrás que pegar varias entre sí para que sean un poco más resistentes.

2 Dibuja 8 ó 9 rectángulos de las mismas dimensiones.

Con la ayuda de una regla, dibuja un rectángulo de unos 15 ó 20 centímetros de largo por unos 2 ó 3 centímetros de ancho. Repite este paso hasta conseguir 8 ó 9 rectángulos más. Estas serán las varillas del abanico. Después, recórtalos.

3 Decora las varillas y envuélvelas con una goma.

A continuación, decora los cartones como tu quieras, utilizando pinturas, papel de regalo o rotuladores. Una vez que hayas terminado, coloca todos los rectángulos unos encima de otros. Después, envuélvelos con una goma elástica para que no se muevan.

4 Haz un agujero en cada extremo.

En la parte inferior, haz una marca con un lápiz. Procura que no quede muy cerca de los extremos. Este será el punto de unión de las varillas. Con ayuda de una chincheta o de algún otro elemento afilado y puntiagudo haz un agujero en la marca. Ten cuidado de que el cartón no se raje más allá del orificio y de que atraviese todas las varillas.

5 Coloca un encuadernador a cada lado.

Después, toma un encuadernador de cabeza redonda e introdúcelo por el agujero que has hecho. Por la parte de atrás abre las palas metálicas. Asegúralas con un poco de cinta adhesiva. Ya puedes quitar la goma elástica.

6 Pega un trozo de tela por detrás de los rectángulos.

Consigue un papel de seda de un color que combine con el resto del abanico. Recorta una tira semicircular. Abre las varillas del abanico de forma que queden todas más o menos a la misma distancia. Coloca la tira de papel de seda por detrás. Pégala a la parte trasera de los rectángulos de cartón. Recorta el exceso si es necesario. Con estos últimos retoques, ¡el abanico está terminado!