Cómo y por qué inscribir una vivienda en el Registro de la Propiedad

La compra de una vivienda es tanto una inversión a corto como a largo plazo. Para que esta no nos de problemas a lo largo de los años y todo el proceso de compra sea transparente y ajustado a la legalidad hay que seguir todos los pasos que nos marquen desde las inmobiliarias hasta el banco (si contratamos una hipoteca). 

Un escalón que no nos podemos saltar al final de la compraventa del bien inmueble es la inscripción del mismo en el Registro de la Propiedad. El Registro de la Propiedad lleva la anotación de los actos y contratos referentes al dominio, la propiedad u otro tipo de derechos reales sobre los bienes inmuebles. 

¿Por qué es importante inscribir nuestra casa recién comprada en el Registro? Según la asociación de Registradores de España, este paso hará que el comprador quede completamente protegido y sea el único y verdadero propietario del bien (siempre que no se declare lo contrario en sentencia judicial). 

Así, estará respaldado frente a los acreedores del vendedor, las cargas ocultas que pudieran afectar a la vivienda y en caso de que sea discutido su derecho de posesión. Además, inscribir el piso o casa en el Registro es un paso imprescindible para poder inscribir, al mismo tiempo, la hipoteca del banco y necesitamos este préstamo para pagar el bien. 

Cómo inscribir mi nueva propiedad en el Registro

Se requieren tres documentos: una copia autorizada ante notario de la escritura pública de venta; el impreso de autoliquidación que justifique el pago del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales correspondiente a su comunidad autónoma, y la justificación de haber presentado el documento para el pago de la plusvalía municipal (muchas veces, este último documento lo facilita el vendedor).

Para finalizar la inscripción hay que ir a la Oficina Registral del territorio donde se haya comprado la vivienda (puede ir el comprador, la gestoría o la notaría). Una vez presentados todos los documentos in situ, la inscripción se hará efectiva en los 15 días hábiles siguientes tras comprobar que el contrato cumple con todas las exigencias establecidas por ley. En el caso de que no las cumpla, lo notificará para que se subsanen los errores correspondientes.