La contaminación del aire en Madrid ha superado en los últimos días los niveles establecidos para la protección de la salud. Esta situación puede provocar graves consecuencias para la salud pública, y muy especialmente a la población infantil.
Algunos estudios señalan que los madrileños pierden entre 3 meses y 2 años de esperanza de vida a causa de la contaminación del aire. Los niños son especialmente vulnerables a los efectos de la contaminación atmosférica por varias razones: respiran más aire (su frecuencia respiratoria es mayor y hacen más ejercicio físico), están más expuestos a la contaminación (están al aire libre más a menudo) y pesan menos (por lo que la relación entre dosis de exposición y peso corporal es mayor).
Qué puedes hacer con los niños
-Ventila solo lo justo y necesario.
-Aprovecha los días de descanso para salir de la ciudad para oxigenarse.
-No consumas alimentos orgánicos que haya podido estar expuestos a contaminantes.
Niños y ancianos, la principal población de riesgo
Como ocurre con la mayoría de las patologías respiratorias, los niños, los ancianos y las personas con patologías crónicas previas, como el asma por ejemplo, constituyen la principal población de riesgo. Pese a todo, las partículas en suspensión pueden afectar tanto a personas adultas sanas como al resto. En casos extremos y en población de riesgo, la contaminación puede agravar enfermedades respiratorias, causar daños al pulmón o, también, causar la muerte prematura en individuos con patologías previas del corazón y del pulmón.
Los pulmones, los más afectados
Las vías respiratorias son las primeras afectadas cuando la contaminación es elevada ya que son ellas las encargadas de llevar el aire ambiental hacia el interior del organismo.
Cuando la presencia de polución es elevada, pueden aparecer algunos efectos sobre la salud. Por ejemplo, los óxidos de azufre están relacionados con algunos catarros, dificultades respiratorias e incluso, en los casos más graves, bronquitis crónica. De hecho, se ha llegado a probar que cuando estas concentraciones superan los 500 microgramos por metro cúbico de aire aumenta la mortalidad en la población.
El corazón también se puede ver afectado
Pero no sólo el sistema respiratorio, el órgano más importante del cuerpo también puede sufrir los efectos nocivos de la contaminación. Según los datos de un estudio presentado en el Congreso Europeo de Cardiología, los elevados índices de monóxido de carbono y las concentraciones de ozono afectan negativamente a las personas con síndrome coronario agudo -obstrucción de las arterias coronarias.
Una concentración elevada de CO en el aire es peligrosa porque al inhalarlo se combina con la hemoglobina de la sangre reduciendo la capacidad de la sangre para transportar oxígeno. Según los resultados presentados en el Congreso Europeo de Cardiología, el monóxido de carbono contribuye a reducir la capacidad psicomotora, causando cansancio, cefaleas y alteraciones de la coordinación.
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