Alimentación y salud

Cómo saber si el pescado está caducado o en mal estado para su consumo

Este tipo de productos puede provocar graves consecuencias para la salud si se consumen fuera de fecha o no están en buen estado; las intoxicaciones pueden llegar a ser letales.

Pescado fresco o congelado
Cómo saber si el pescado está caducado o en mal estado para su consumo
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El pescado, en todas sus formas, tipologías y sabores, es un alimento que aporta grandes beneficios a la salud y ha de incluirse de manera regular en una dieta para que esta sea sana y equilibrada. Desde los pescados más blancos hasta el marisco, pasando por el preciado salmón o el atún, todos ellos tienen grandes propiedades nutricionales. 

Pero, al mismo tiempo, estos productos pueden provocar graves consecuencias para la salud si se consumen fuera de fecha o en mal estado. Las intoxicaciones alimentarias por pescado o marisco (más en este último caso) pueden llegar a resultar letales. 

Para saber si el pescado está en buen estado para el consumo antes de cocinarlo, habrá que prestar atención a tres características detectables a través de tres sentidos diferentes.

Por el olfato

Si el pescado o el marisco expiden un olor fuerte y desagradable, que recuerda incluso al amoniaco, mejor no tentar a la suerte y desecharlo. Estos productos tienen un olor característico a mar, salino, pero que nunca resulta desagradable o hediondo.

El estado de los ojos y la textura de las escamas son indicativos de un pescado en mal estado.
El estado de los ojos y la textura de las escamas son indicativos de un pescado en mal estado.
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Por la vista

El pescado fresco suele tener un aspecto brillante y húmedo. Si percibimos que ha perdido estas características, puede ser un indicativo de que está en mal estado. Igualmente, desde Mapfre Hogar señalan que si las branquias se han decolorado hacia el rojo o el marrón, están pegadas entre sí y han perdido el brillo, nuestras sospechas pueden confirmarse.

Textura

El pescado siempre tiene un tacto terso, compacto y elástico. Si pierde estas propiedades, es que no es apto para el consumo. Hay que prestar atención también al estado de los ojos del pez: si están hundidos son señal de que se ha puesto malo, al igual que si al abrirlo las vísceras están hinchadas.

Para evitar que se pase la fecha de consumo y el pescado o el marisco se pongan malos, lo mejor es consumirlos en cuanto se compren y guardarlos siempre en la nevera para evitar que pierdan la cadena de frío. Son productos que pueden congelarse y, de hecho, esta técnica es la más habitual y recomendada para evitar la presencia de bacterias que puedan provocar infecciones e intoxicaciones. 

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