Las facturas de la luz son un galimatías. Y, ahora, con los nuevos cambios, todavía más. Hay muchos conceptos que se reflejan en este documento y que es necesario conocer y manejar para entender exactamente por qué estamos pagando y cuánto. Igualmente, descifrar el enigma de la factura de la luz puede ayudar a reducir el consumo de energía y a abaratar el coste mensual de este suministro.
El consumo de energía se calcula según los kilovatios consumidos por hora, multiplicando el precio por el consumo realizado. Según los nuevos tramos de discriminación horaria, hay que hacer las cuentas de consumo según el precio en cada franja.
En la factura de la luz hay siempre un apartado que muestra los cálculos de consumo eléctrico y se especifica según sea estimada o real. Además del consumo del periodo facturado, también se muestra un gráfico con la energía utilizada en las diferentes franjas horarias y algunas facturas incluyen un gráfico con la estimación de los últimos meses.
El cálculo del consumo de la luz se hace, por lo tanto, de la siguiente manera. En la hora punta la luz cuesta, por ejemplo, 0,2404 €/kWh. En llano, 0,1419 €/kWh y en valle, 0,0917 €/kWh. Estas cifras habrá que multiplicarlas por los kilovatios consumidos en los diferentes momentos del día.
Pero este no va a ser el precio a pagar por la factura. Para conocer todo el total del recibo hay que sumar toda otra serie de conceptos como la potencia contratada, los costes fijos (peajes y mantenimiento del suministro) y el IVA. Con todos estos conceptos y observando las costumbres de consumo, se puede recortar el gasto mensual ajustando el uso según los tramos horarios y apostando por utilizar electrodomésticos de consumo eficiente y bombillas de tipo LED.
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