Historia

Quién fue Isabel Zendal, la enfermera que da nombre al hospital de Madrid

Isabel Zendal, conocida con diferentes nombres, fue la primera enfermera cooperante según la OMS.

Momumento a Isabel Zendal en La Coruña.
Momumento a Isabel Zendal en La Coruña.
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El Isabel Zendal ha sido uno de los hospitales más polémicos de la crisis sanitaria. Primero, por su inauguración como centro de pandemias, tras la que afrontó críticas a la falta de personal y de servicios o mobiliario. Ahora, vuelve a sonar su nombre al ser uno de los centros de vacunación masiva de Madrid, donde se están inyectando viables las 24 horas al día. 

Este último hecho no podría estar más relacionado con la historia de vida de aquella enfermera de la que toma el nombre. Isabel Zendal, también conocida bajo multitud de otros nombres, fue la enfermera española nacida en La Coruña que participó en la expedición de la vacuna de la viruela a América en 1803 para comenzar la erradicación de esta enfermedad en el resto del mundo. 

Reconocida por la OMS como la primera enfermera en misión internacional, tras haber caído su nombre en el olvido, Isabel Zendal nació en La Coruña, en Puebla de los Ángeles, en 1771, en el seno de una familia pobre. Fue la propia viruela la que se llevó a su madre y muy temprano ella comenzó a trabajar de ayudante en el Hospital de la Caridad, donde hay una estatua en recuerdo de su labor. Llegó a ser rectora de la Casa de los Expósitos de La Coruña, de donde salió la expedición que la haría conocida.

La expedición

La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna en la que participó Zendal es más conocida por los dos hombres que se encargaron de ella, Francisco Javier Balmis y José Salvany. El trabajo de Isabel durante esta travesía en 1803 fue cuidar de los 22 niños expósitos que en sus brazos portaban la vacuna y así mantener la cadena de transmisión. 

También se encargó de organizar, una vez llegados a tierra, el sistema de juntas de vacunación y decidió emprender otro viaje hasta Filipinas para que los viales contra la viruela llegaran hasta allí. Su papel fue determinante para conseguir erradicar una de las enfermedades más letales de la historia.

Isabel Zendal acabó sus días en México, junto con su hijo al que crio como madre soltera, en la escuela de enfermería de La Puebla donde reza el lema 'Sacrificio sin esperar gloria', como casi una profecía de lo que sería el legado olvidado de Isabel. El periodista López Mariño, quien se ha encargado de desenredar la historia de esta enfermera, la define como una heroína de la clase trabajadora y, precisamente por eso, no destacó hasta que alguien quiso recuperar su historia.

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