El Papa ha instado a los obispos de Colombia con los que se ha reunido durante el primer día de su viaje al país latinoamericano a que ayuden a erradicar las disparidades sociales en el contexto de paz que se ha fraguado tras el pacto firmado por el Gobierno y las FARC que pone fin a cincuenta años de conflicto armado.
"Colombia tiene necesidad de ustedes para reconocerse en su verdadero rostro cargado de esperanza a pesar de sus imperfecciones, les necesita para perdonarse recíprocamente, no obstante las heridas no del todo cicatrizadas", ha señalado el Pontífice en un discurso que se enmarca en un contexto de negativa de una parte de la Iglesia colombiana de apoyar el pacto de paz impulsado por el presidente Juan Manuel Santos.
Tras haber rezado en la Catedral Primada frente a la imagen de la Virgen de Chiquinquirá y después de haber bendecido a unos 22.000 jóvenes desde el balcón del Palacio Cardenalicio en la Plaza de Bolívar, Francisco ha recordado a los obispos colombianos su compromiso con la reconciliación del país.
"Colombia les necesita para sostenerla en el coraje del primer paso hacia la paz definitiva, la reconciliación, hacia la abdicación de la violencia como método, la superación de las desigualdades que son la raíz de tantos sufrimientos, la renuncia al camino fácil pero sin salida de la corrupción, la paciente y perseverante consolidación de la 'res publica' que requiere la superación de la miseria y de la desigualdad", ha reflexionado.
De este modo, les ha invitado a que busquen "con perseverancia la comunión" a través del "diálogo franco y fraterno" y además "condenando como peste las agendas encubiertas".
Respecto a la tarea de paz, el Papa ha reconocido que es "ardua" y que los caminos "son empinados y las soluciones no son obvias". En este sentido, ha explicado que "la paz exige de los hombres un "coraje moral diverso" y les ha recordado su papel en la sociedad.
"Ustedes ven con los propios ojos y conocen como pocos la deformación del rostro de este país, son custodios de las piezas fundamentales que lo hacen uno, no obstante, sus laceraciones", ha reflexionado.
Así, les ha invitado a convertir las parroquias en "un vientre de luz" que contribuya al "desafío" de la reconciliación. "Cristo es la palabra de reconciliación escrita en sus corazones y tienen la fuerza de poder pronunciarla no solamente en los púlpitos, en los documentos eclesiales o en los artículos de periódicos, sino más bien en el corazón de las personas, en el secreto sagrario de sus conciencias", ha señalado. "No sirven alianzas con una parte u otra, sino la libertad de hablar a los corazones de todos", ha apuntado.
CONDENA DEL ABORTO
El Papa ha aprovechado su discurso para condenar el aborto al defender la vida "desde el vientre materno hasta su natural conclusión". Por otro lado, ha invitado a los sacerdotes a acompañar a los fieles en "la plaga de la violencia y del alcoholismo, no raramente extendida en los hogares, en la fragilidad del vínculo matrimonial y la ausencia de los padres de familia con sus trágicas consecuencias de inseguridad y orfandad".
Francisco ha tenido palabras especiales para los jóvenes, de los que ha dicho que están "amenazados por el vacío del alma y arrastrados en la fuga de la droga".
En suma, ha denunciado las redes de narcotráfico: "No tengan miedo de alzar serenamente la voz para recordar a todos que una sociedad que se deja seducir por el espejismo del narcotráfico se arrastra a sí misma en esa metástasis moral que mercantiliza el infierno y siembra por doquier la corrupción y, al mismo tiempo, engorda los paraísos fiscales".
Durante su discurso a los miembros de la Conferencia Episcopal Colombiana, el Papa ha determinado que un obispo no puede limitarse a "la precaria, impersonal y externa comunicación con su presbiterio". "Vigilen por tanto sobre las raíces espirituales de sus sacerdotes", les ha alertado. En esta línea, ha pedido que "cuiden especialmente el itinerario formativo de sus sacerdotes" desde la vocación.
DEFENSA DEL AMAZONAS
También ha incluido en su alocución la Iglesia de la Amazonía de la que ha señalado que es "una prueba decisiva para verificar si la sociedad actual, casi siempre reducida al materialismo y pragmatismo, está en grado de custodiar lo que ha recibido gratuitamente, no para desvalijarlo, sino para hacerlo fecundo".
"Pienso, sobre todo, en la arcana sabiduría de los pueblos indígenas amazónicos y me pregunto si somos aún capaces de aprender de ellos la sacralidad de la vida", ha reivindicado.
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