Desde la víspera de Yom Kipur, los judíos no deben realizar ningún trabajo y es obligatorio el ayuno, salvo para los niños, las personas enfermas y las mujeres embarazadas.
La fiesta comenzará en el ocaso del próximo viernes y terminará al anochecer del sábado. La jornada se dedica al ayuno, la meditación, el arrepentimiento y a solicitar el perdón por las faltas cometidas contra Dios y contra el prójimo. Según indica la FCJE, se trata de una oportunidad para cambiar "la conducta" y "reajustar los valores".
El día transcurre en la sinagoga donde los hombres visten el talit, el manto de oración, símbolo de sencillez y pureza. Además, se canta el Col Nidré con el que se solicita la anulación de los votos no cumplidos.
A diferencia del resto de los días del año, en Yom Kipur se recitan cinco plegarias: al comenzar la jornada, dos por la mañana del sábado y las otras dos antes del ocaso del mismo día. En cada una de ellas se recita el Vidui (confesión) y se implora al Creador que absuelva los pecados y promesas incumplidas.
Este año Yom Kipur coincide en sábado (shabat), por lo que no se trata de un sábado normal sino del "gran Shabat".
El rito religioso concluye con el toque del Shofar (el cuerno de carnero) que marca también el fin del ayuno. La primera comida suele ser particularmente alegre tras una jornada de introspección y oración, y se invita a los fieles a buscar en la sinagoga a aquellas personas que están solas e invitarlas a sentarse a su mesa.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios