La canción navideña de The Pogues cumple 25 años

  • Para quienes huyen de la Navidad hay una canción típica de estas fiestas que cumple 25 años y que no habla de paz, nieve o Papá Noel, sino de los sueños rotos de una pareja de marginados inmersa en un mundo de peleas, drogas y alcohol.

Javier Aja

Dublín, 23 dic.- Para quienes huyen de la Navidad hay una canción típica de estas fiestas que cumple 25 años y que no habla de paz, nieve o Papá Noel, sino de los sueños rotos de una pareja de marginados inmersa en un mundo de peleas, drogas y alcohol.

Es la canción "Fairytale of New York" del legendario grupo de folk-punk irlandés The Pogues, en las antípodas de las melodías azucaradas características de estas fechas pero que, un cuarto de siglo después, está considerada como una de las mejores canciones de Navidad.

Para celebrarlo, iTunes ha sacado una versión digitalizada y la discográfica ha lanzado una edición limitada en vinilo de siete pulgadas de este clásico escrito por el cantante de The Pogues, Shane MacGowan, y su teclista, James Fearnley.

Ambos tardaron dos años en dar forma a este dueto interpretado por MacGowan y Kristy MacColl, que nada más salir al mercado en las navidades de 1987 fascinó a millones de personas a pesar de su letra soez y llegó al número dos de la lista de éxitos del Reino Unido, solo superado por "Always on My Mind", de Pet Shop Boys.

Desde entonces, este "Cuento de Hadas de Nueva York", de lenguaje no apto para menores, ha asomado por el Top 20 británico en diez ocasiones, las últimas siete de manera consecutiva, y la casa de apuestas Paddy Power la sitúa entre las cuatro grandes favoritas para llegar a lo más alto en esta Nochebuena.

No es que le importe demasiado a MacGowan, perenne antisistema, quien siempre ha dicho que preferiría que "Fairytale of New York" hubiese sido número uno en su amada Irlanda, ya que "los ingleses", según él, "no tienen buen gusto".

Respecto al origen de la canción existen dos versiones, la de Shane y la de Fearnley, quien ofrece la suya en un libro de memorias publicado recientemente ("Here Comes Everybody: The Story of the Pogues").

Según el músico, fue el entonces representante de The Pogues, Frank Murray, quien planteó en 1985 la posibilidad de versionar el tema navideño "Christmas Must be Tonight", del grupo estadounidense The Band.

"Es una canción horrible -cuenta Fearnley en su libro-. Seguramente dijimos, venga, nosotros podemos componer una propia".

La otra versión asegura que Elvis Costello, productor del mítico álbum de The Pogues "Rum, Sodomy & the Lash" de 1985, se apostó con MacGowan a que no era capaz de escribir una canción navideña para interpretarla a dúo con la bajista del grupo, Cait O'Riordan, quien abandonaría la formación un año después.

Sea como fuere, ambos dedicaron dos años a pulir un tema que, finalmente, fue cantado por Kristy McColl, cuya muerte en 2000 en un accidente marítimo en México dejó a la banda "desolada" e incapaz de encontrar a alguien que volviera a interpretar "Fairytale" como ella, según ha confesado MacGowan.

La química entre ambos surgió inmediatamente, desde el comienzo de balada irlandesa en una "celda para borrachos", pasando por el "trozo feliz" en el que ambos recuerdan los buenos tiempos vividos en los años 40 y 50, hasta la aceleración final, que, a ritmo de un vals celta, es testigo de la violenta riña entre la pareja.

Difícilmente otra voz femenina hubiese sonado tan rotunda como la de McColl cuando le espeta a su "vagabundo" y "mocoso desvergonzado" que se ha convertido en un "saco de mierda" y en un "gusano", en un "asqueroso bujarrón barato".

También las cuerdas vocales de MacGowan, castigadas en la vida real por el abuso del alcohol y las drogas, resultan tremendamente convincentes cuando a la que fuera su "bonita Reina de Nueva York" la compara con una "vieja puta" heroinómana.

Para MacGowan, "Fairytale" es, no obstante, una historia de amor con un final incierto, escrita durante su periodo más "sentimentaloide" y dedicada a una ciudad por la toda la banda sentía fascinación, aunque en 1987 todavía no la conocían.

"La historia podría ser aplicable a cualquier pareja que va a un sitio y se les acaba la suerte. Creo que Nueva York todavía es un sitio horrible para hacerte viejo. Al principio resulta novedoso, pero al final, es duro", comentó recientemente el artista, amante de la poesía de Federico García Lorca y nacido un 25 de diciembre de 1957.

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