El Papa abraza a los enfermos del Hospital San Francisco de Asís

  • RIO DE JANEIRO, 25 (del enviado especial de EUROPA PRESS, José María Navalpotro) Tras la emotiva visita al santuario de Aparecida, el Papa Francisco ha visitado el Hospital San Francisco de Asís, de Río de Janeiro, en medio de una lluvia que se está convirtiendo en uno de los protagonistas de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro.

RIO DE JANEIRO, 25 (del enviado especial de EUROPA PRESS, José María Navalpotro)

Tras la emotiva visita al santuario de Aparecida, el Papa Francisco ha visitado el Hospital San Francisco de Asís, de Río de Janeiro, en medio de una lluvia que se está convirtiendo en uno de los protagonistas de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro.

A su llegada al centro, que dirigen los franciscanos de la Venerable Orden Tercera, el Santo Padre pasó brevemente por la capilla para rezar. Ofreció como regalo un juego completo --un cáliz, dos copones, una patena y unas vinajeras-- de objetos litúrgicos artesanales de loza de barro ("terracotta") de Deruta (Italia), decorada a mano.

Posteriormente, el arzobispo de Río, monseñor Tempesta, fue presentando al Papa a los responsables del centro, así como el personal que allí trabaja. Acto seguido, el Santo Padre accedió al recinto donde se situaban entre los que se encontraban todo tipo de personas: enfermos, ancianos, religiosos, médicos y enfermeras, jóvenes y ancianos.

Entre los pacientes, muchos en silla de ruedas, el Papa se detuvo cerca de diez minutos, abrazando o bendiciendo a unos y otros, mientras se podían escuchar vítores al Pontífice, en unos momentos en los que la emoción era palpable en los rostros de los presentes.

En el patio del hospital, el Papa Francisco, sentado en una silla de madera elaborada por pacientes del propio hospital, escuchó varias intervenciones, como la de monseñor Tempesta, y la del vicario para la Caridad Social de la Diócesis, P. Manuel Manango, quienes explicaron la labor que allí se realiza.

El hospital consta de ocho edificios, con capacidad para 650 internos, 323 camas de enfermería, 61 camas de unidad de cuidados intensivos, 11 salas quirúrgicas, 32 consultorios, 22 especialidades clínicas, 350 médicos, 463 profesionales de enfermería.

También intervinieron dos antiguos drogodependientes, quienes narraron, conmovidos, los caminos que siguieron hasta dejar sus adicciones. Al acabar, abrazaron al Papa, e incluso al segundo de ellos, vestido con una sudadera marrón con capucha, le costó despegarse del Santo Padre.

El Papa, que dio alguna muestra de cansancio con unos discursos que el portavoz vaticano calificó de "un poco largos, y muy apreciados", escuchó la vibrante intervención de Cônego Manuel del Oliveira Manago, el religioso coordinador del proyecto que será financiado por la JMJ.

La iniciativa contempla abrir una sección del hospital para toxicómanos. En principio contará con 40 camas, número que se duplicará antes de fin de año. En una ciudad como Río existen casi 600.000 drogadictos y, hasta ahora, exclusivamente 20 camas de atención médica. Esta construcción del hospital se enmarca entre las actividades del legado social que la JMJ Rio2013 pretende dejar a la sociedad brasileña."NO SE DEJEN ROBAR A LA ESPERANZA"

Posteriormente, ante las 400 personas allí presentes, el Papa tomó la palabra con una intervención sin improvisaciones, donde fue especialmente aplaudido cuando se opuso a la legalización de las drogas y cuando pidió: "No se dejen robar a la esperanza".

Al concluir, rezó un Padrenuestro y dio la bendición final. Luego, añadió un saludo en italiano dirigido a los peregrinos que estaban reunidos en aquel momento en un pequeño estadio junto al de Maracaná. Antes de tomar el Fiat que le devolvía a su residencia de Sumaré, el Papa Francisco tomó de manos de sus madres un par de niños para besarles y darles su bendición.

Este jueves, el Santo Padre tiene previsto acudir a la Alcaldía para recibir las llaves de oro de la ciudad y para bendecir las banderas olímpicas, en una ceremonia a la que acudirán deportistas conocidos como el futbolista Pelé.

Además, a las 11:00 horas (hora local) visitará la favela de Varginha, en Marquinhos, en uno de los momentos que han causado más expectación de todo el viaje. Y por la tarde, a partir de las 18.00 horas (hora local), presidirá la ceremonia de acogida a los jóvenes en la playa de Copacabana.

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