Primer estudio sobre la transmisión madre-hijo de la enfermedad de chagas en españa


Profesionales de la Red de Investigación en Enfermedades Tropicales (Ricet) perteneciente al Instituto de Salud Carlos III han desarrollado el primer estudio científico sobre la enfermedad de Chagas realizado en España, donde el mal no es endémico, pero sí emergente, y donde está creando un "problema sanitario".
La investigación, publicada en la revista 'Clinical Infectious Diseases', ha demostrado que la técnica de PCR (que indica si el parásito está en la sangre del individuo) puede identificar a las mujeres con un alto riesgo de transmitir el parásito a sus descendientes y la necesidad de tratar a las infectadas en edad fértil para prevenir la enfermedad de Chagas congénita.
Y es que, apuntan los investigadores, el actual flujo migratorio de personas de América Latina a España ha hecho de la de Chagas una enfermedad emergente en el país, donde mucha gente puede tener el mal sin saberlo y desarrollar problemas "graves" en el futuro.
Tanto es así, aseguran los expertos, que muchas personas pueden estar infectadas por el mal de Chagas sin conocerlo durante 25 años, porque sus síntomas son silenciosos.
La enfermedad tiene una primera fase aguda con síntomas similares a los de una gripe y si no se trata adecuadamente, los pacientes pasan durante 20 o 30 años por una fase crónica asintomática. Durante este periodo asintomático el parásito está dentro del organismo reproduciéndose y provocando "en silencio" daños en diferentes tejidos sin que afloren las consecuencias.
Los investigadores indican también que entre el 20% y el 30% de estos pacientes desarrollarán alteraciones cardiacas, "que en muchos casos conducen finalmente a la muerte".
Un 10% más de los enfermos acabará con alteraciones digestivas, otro 10%, cardiacas y digestivas, y un menor porcentaje, alteraciones neurológicas.
El grupo de investigación de la Ricet, que desarrolla su trabajo en la Unidad de Medicina Tropical del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, atiende desde 2006 a pacientes con enfermedad de Chagas.
Su trabajo ha consistido en hacer un seguimiento durante cinco años (2007-2011) a un total de 64 mujeres latinoamericanas infectadas por el parásito T.cruzi que estaban embarazadas y eran asintomáticas. El resultado, un 13,8% de transmisión madre-hijo entre las mujeres que tenían el parásito en sangre (seropositivas). Por tanto, dicen, un resultado de PCR positivo durante el embarazo "debe considerarse como factor de alto riesgo de infección congénita".
La investigación ha permitido también sacar conclusiones para la prevención de la transmisión de la enfermedad de Chagas a los hijos. Las 10 madres que tras ser tratadas dejaron de tener el parásito en sangre antes de quedar embarazadas tuvieron descendientes sanos.
Por tanto, concluyen los investigadores, el tratamiento de las mujeres infectadas en edad fértil es "fundamental" para la prevención de la transmisión congénita de la enfermedad de Chagas.

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