Las alarmas saltaron el pasado jueves cuando varias personas de la Residencia Conchita Regojo, que depende del órgano eclesiástico y cuenta con 139 residentes, comenzaron a padecer los primeros síntomas de la enfermedad que, poco a poco, se fue extendiendo hasta afectar a un total de 21 personas, de los que 16 tuvieron que ser trasladados al hospital Virgen de la Concha de Zamora.
"La evolución es bastante favorable, se van recuperando poco a poco sin presentar mayores complicaciones que las derivadas de su ingreso, al igual que los afectados que se quedaron en la residencia", ha admitido el delegado de Cáritas para señalar que el tratamiento a base de "suero y antibióticos" está funcionando "bien".
El brote ya ha sido comunicado a la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León que se encargará de determinar si su origen alimenticio o vírico. "Los servicios sanitarios que se han pasado por la residencia nos han comentado que hasta el martes no conoceremos los resultados", ha concluido Antonio Jesús Martín.
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