En rueda de prensa, ha detallado que de esta forma la región se suma a la Comunidad de Madrid y a la Comunidad Valenciana con una prueba que servirá para poder tomar con más claridad la decisión de si lo más idóneo es afrontar el tratamiento posterior a través de quimioterapia o de radioterapia.
"Con este test lo que se puede definir en Oncología es si se va a necesitar o no recibir quimioterapia. Si el tumor cumple determinadas condiciones de tamaño y de comportamiento podrá decidirse si es beneficiosa la quimioterapia o la radioterapia", ha detallado Fernández Sanz, quien ha añadido que la inversión necesaria para afrontar estas pruebas será de 600.000 euros al año.
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