"Las estadísticas son claras: cada día aumenta el número de casos de esta terrible enfermedad", dijo el presidente Juan Orlando Hernández al inaugurar la campaña.
El mandatario instó a sus compatriotas a estar "conscientes del problema que enfrentamos y que perjudica a cada uno de nosotros (...). Ahora es cuando debemos unirnos todos contra el enemigo común, el zika".
En la movilización nacional participaron más de 200.000 hondureños, según el gobierno, entre estudiantes, empleados públicos, policías, soldados, vecinos y miembros de las iglesias Católica y Evangélica, provistos de machetes, azadones y escobas.
Numerosas cuadrillas gubernamentales se desplazaron por todo el país para fumigar casas y matar insectos en depósitos de agua en cementerios, patios, piletas y drenajes.
"La eliminación del vector que trasmite el zika es primordial en esta jornada", explicó a AFP la representante de la Organización Panamericana de la Salud en Tegucigalpa, la panameña Ana Treasure.
"Yo tengo mi casa limpia", dijo María Martínez, una vecina del Hato de Enmedio. "Le tengo miedo al zika y por eso ya eliminé todos los recipientes con agua".
"El problema no es la enfermedad como tal, sino las secuelas que puede ocasionar por estar asociada con el incremento de casos de microcefalia en recién nacidos y el síndrome de Guillain-Barré", añadió.
La ministra de Salud, Yolani Batres, aseguró que "no se ha confirmado si eso (casos de malformaciones congénitas) ocurre en Honduras".
Señaló que en tres hospitales públicos son atendidas 16 mujeres embarazadas sospechosas de padecer el zika y que se han enviado muestras de ellas al Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, en Atlanta. En dos semanas deben llegar los resultados.
Las autoridades sanitarias revelaron que en Honduras corren el riesgo de contraer el zika unas 60.000 embarazadas, a quienes han pedido someterse a controles prenatales con regularidad.
El viceministro de Salud, Francis Contreras, informó que "de 51 casos reportados en diciembre, el zika aumentó en 4.473 a la fecha".
De acuerdo con el funcionario, un anciano murió el mes pasado debido a una enfermedad posiblemente vinculada con el zika en el Hospital Escuela Universitario de Tegucigalpa.
"El anciano padeció el síndrome Guillain-Barré, que ataca el sistema nervioso y ocasiona parálisis o debilidad muscular, pero sospechamos que antes de eso fue afectado por el zika", dijo tras el fallecimiento el viceministro.
La enfermedad fue detectada en Honduras el 16 de diciembre en dos pacientes.
El zika es transmitido por el mosquito Aedes aegypti, que también transmite el dengue y la chicunguña.
En 2015 el dengue mató a cinco personas y contagió a más de 40.000 en Honduras, mientras que la chicunguña causó dos muertes y afectó a unos 3.000.
El gobierno decretó el 1 de febrero el estado de emergencia nacional por el zika al registrar más de 3.600 casos.
Para Contreras, "el zika es como el hermano menor del dengue y el chicunguña, aparentemente inofensivo, pero ahora estamos preocupados".
El gobierno distribuye más de 40 millones de tabletas de acetaminofén y mantiene intensas campañas de fumigación en el país para erradicar las larvas del insecto.
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