Este curso, de 20 horas de duración y dirigido a dermatólogos y MIR de esta especialidad, tiene como objetivo que los asistentes se familiaricen con la semiología radiológica, aprendan a reconocer los patrones ecográficos de los tumores cutáneos y procesos inflamatorios más comunes y conozcan las distintas aplicaciones que la ecografía puede aportar en su práctica clínica diaria. Asimismo, tiene dos fines más prácticos como la identificación de ganglios normales en el examen de cadenas ganglionares.
En esta ocasión, se ha contado con un equipo de docentes internos --profesionales del hospital-- y externos de diferentes especialidades --Dermatología y Radiodiagnóstico-- de la comunidad andaluza, que han dado a conocer a los asistentes las distintas aplicaciones de la ecografía en enfermedades dermatológicas inflamatoria, tumoral benigna, maligna y vascular.
El curso dispone, según han informado a través de un comunicado, de una parte práctica en la que los alumnos han utilizado el ecógrafo para el examen de cadenas ganglionares y para realizar bloqueos nerviosos ecodirigidos.
También se ha llevado a cabo un taller de casos clínicos interactivos en el que los alumnos han sido capaces de emitir un diagnóstico de sospecha, basándose en imágenes ecográficas reales. Así, han señalado, la temática "atractiva y novedosa" del curso unida al elenco de docentes augura el desarrollo de futuras ediciones.
La coordinación la ha desarrollado la jefa del área de Dermatología del Hospital Costa del Sol, Magdalena de Troya, y la facultativo de esta especialidad del mismo centro Inés Fernández Canedo. La jornada ha contado, además, con la colaboración del jefe del área de Radiodiagnóstico, Pablo Valdés.
PREMIOS POR USO DEL ECÓGRAFO EN EL DIAGNÓSTICO DE CÁNCER DE PIEL
El servicio de Dermatología del Hospital Costa del Sol ya ha sido premiado por dos trabajos en los que se usa la ecografía cutánea. Uno de ellos evalúa su uso para complementar el diagnóstico obtenido en la biopsia de una lesión sospechosa de cáncer de piel, en concreto, del carcinoma basocelular.
El otro, tiene su uso en el tratamiento de los pacientes con hidrosadenitis supurativa, una enfermedad inflamatoria crónica que suele manifestarse en zonas cutáneas con gran densidad de glándulas apocrinas con aparición de bultos como granos en axilas, ingles, región perianal, perineal o submamaria, entre otros.
En el primer caso, con esta técnica se obtiene, en el mismo momento de su realización, una estimación del grosor e infiltración en profundidad del cáncer. Se trata de una prueba inocua, indolora y rápida que puede ayudar a mejorar el diagnóstico que se realiza con una biopsia y que permitiría a los dermatólogos elegir el tratamiento más adecuado para cada tumor, posibilitando, en el caso de los superficiales, el uso de tratamientos sin necesidad de cirugía.
De ahí, han apuntado, la importancia de esta técnica diagnóstica.
En el segundo, la ecografía permite precisar la extensión de las lesiones en la piel de los pacientes con esta patología complicada de tratar y, con ello, determinar con mayor certeza el tratamiento adecuado para estos pacientes.
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