EL CSIC CREA UN DISPOSITIVO QUE OBTIENE IMÁGENES EN 3D A PARTIR DE RADIOGRAFÍAS

Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha patentado un sistema que ofrece imágenes 3D a partir de una imagen radiográfica.
El dispositivo reconstruye el cuerpo del paciente a partir de una imagen bidimensional mediante técnicas de captación del movimiento usadas en realidad aumentada. El objetivo es aplicar este sistema a los dispositivos existentes en los hospitales para realizar radiografías.
“La realidad aumentada, utilizada en videojuegos como Pokémon Go, mejora el diagnóstico médico que se obtiene mediante una simple radiografía al unir la imagen de un entorno físico real con información externa virtual”, señaló el investigador del CSIC Francisco Javier Albiol, que hizo hincapié en que esta nueva técnica “constituye una nueva línea de investigación para la física de partículas y permite el uso de detectores como los utilizados en el Gran Colisionador de Hadrones del CERN en otras disciplinas como la medicina”.
La reconstrucción está basada en geometría proyectiva, una técnica que permite establecer correspondencias entre dos imágenes como en el caso de la visión estereoscópica o entre la imagen y el contorno, de manera que posibilita la obtención de medidas exactas del cuerpo humano.
Este método evita someter al paciente a elevadas dosis de radiación, como las que requieren otras técnicas de diagnóstico por imagen, como la Tomografía Axial Computarizada (TAC), en la que se realizan múltiples radiografías del paciente en distintos planos para reconstruir luego una imagen completa en 3D. Por su parte, el nuevo sistema permite extraer la información necesaria de una sola toma.
AHORRO DE COSTES
Los investigadores indican que la nueva técnica supone un ahorro de costes, ya que reduce el número de pruebas necesarias para el diagnóstico. Esto va en consonancia con las recomendaciones establecidas por diversas administraciones sanitarias a nivel mundial para desarrollar nuevas técnicas que reduzcan la radiación que reciben los pacientes.
Además, el dispositivo patentado puede instalarse en equipos de rayos X ya existentes mediante una adaptación y calibración, con el consiguiente ahorro económico.
En la patente, que ha recibido el Sello de Excelencia de la Comisión Europea, participan el CSIC (con un 40%), la Universitat de València (con un 30%) y el Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia de la Universitat Politècnica de València (30%).

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