LA UNIVERSIDAD DE DEUSTO GANA EL III CERTAMEN INTERNACIONAL ONCE DE INVESTIGACIÓN SOBRE JUEGO RESPONSABLE

- Por un trabajo sobre la influencia de la publicidad de las apuestas deportivas en los jóvenes. La Universidad de Deusto ha sido la ganadora del III Certamen Internacional ONCE de Investigación sobre Juego Responsable, que pretende movilizar y desarrollar herramientas preventivas y estrategias que minimicen en lo posible los efectos no deseados del juego en todos los ámbitos.
Según informó este lunes la Organización Nacional de Ciegos Españoles, el proyecto galardonado lo presentó Ana Estévez Gutiérrez, de la Universidad de Deusto, y su equipo de colaboradores, y pretende analizar la influencia que la publicidad comercial tiene en las personas más jóvenes.
Se titula ‘Influencia de la publicidad comercial en la conducta de riesgo de los jóvenes en las apuestas deportivas: guía para reguladores, operadores, instituciones y medios’.
En concreto, la investigación realizará, en primer lugar, un análisis de contenido y cualitativo de la publicidad y posteriormente medirá y comparará la influencia de dicha publicidad, mediante encuestas. Finalmente, redactará una guía de recomendaciones sobre cómo reducir los riesgos de la publicidad comercial de apuestas deportivas en los jóvenes.
Este proyecto de investigación galardonado en el III Certamen Internacional ONCE de Investigación sobre Juego Responsable cuenta con el apoyo de la Sociedad Científica Ibero-Latino-Americana para el Estudio del Juego (Socilej), de Portugal.
El III Certamen Internacional de Investigación sobre Juego Responsable, que consta de un único premio de 30.000 euros, ha tenido como jurado a investigadores, analistas, expertos y representantes de las instituciones de las que depende este sector.
Para poder optar a este certamen, en todos los trabajos, el objetivo de la investigación debía tener relación directa con la evaluación de la capacidad adictiva de determinados juegos, es decir, con las propias características del juego, así como con los factores ambientales y psicosociales que hacen que unos juegos sean más proclives a su consumo desordenado.
La nueva Ley de la Economía Social define a la ONCE como una corporación de derecho público de carácter social y sin ánimo de lucro, que tiene como fines la autonomía personal y la plena inclusión social de las personas ciegas y con otra discapacidad.
El texto fija el papel de la ONCE como operador de juego responsable con una clara finalidad social y sujeto al control público, en cumplimiento de las normas de la Unión Europea. Todos los ingresos que la ONCE genera a través del mercado del juego los dedica íntegramente a acción social.