La estepa de esparto argelina está en peligro de desertificación por una suma de causas como el cambio climático y las malas prácticas humanas, que han contribuido a la degradación del suelo.
En el trabajo, que se publica en la revista 'Science of the Total Environment', los investigadores simularon la degradación del suelo argelino y sus recursos de pastos vegetales en dunas causando, sobre todo, por el sedentarismo y la pérdida del pastoreo nómada, proponiendo diferentes alternativas y soluciones que equilibren la sostenibilidad de recursos naturales con la seguridad alimentaria para la población del país.
Argelia ha experimentado un gran crecimiento demográfico, ya que ha pasado de 8 millones de población en 1950 a más de 40 millones en la actualidad hizo tomar decisioens gubernamentales que los investigadores calificaron como "poco propicias" para favorecer los denominados mares de esparto, una especie dominante de la estepa argelina que se caracteriza por su alta resistencia a las sequías.
El ecosistema hasta entonces era regulado según los ciclos de lluvia. El pastoreo era nómada y los pastores se dirigían a las zonas húmedas con su ganado, dejando descansar aquellas áreas utilizadas por los animales, permitiendo así la posterior recuperación del suelo mediante la rotación.
A consecuencia de este crecimiento, los planes gubernamentales se concentraron en la transformación de las estepas de esparto y han buscado alternativas baratas de producción de proteínas para paliar las necesidades de la población.
Según explica la investigación, con una política de subsidios estatales, creció la cabaña ganadera y el sedentarismo, pasando de unas densidades de 0.25 ovejas por habitante a casi 0.8.
"El plan pretendía cubrir las necesidades energéticas del ganado, pero olvidó que los rumiantes, además, requieren ingerir un volumen de forraje que les dé sensación de saciedad. Por ello, el ecosistema comenzó rápidamente a deteriorarse", ha explicado el investigador del CSIC de la Estación Experimental de Zonas Áridas Jaime Martínez Valderrama.
Martínez Valderrama señala que el aumento de la cabaña ganadera, el desarrollismo urbano y la construcción de carreteras fueron deteriorando las estepas de esparto, convirtiendo estos lugares en inmensos campos de dunas "hecho que a su vez propicia la falsa creencia del avance del desierto del Sáhara".
Además, considera que llegar a este punto de degradación ha sido a causa de una concatenación de malas praxis.
Mediante un modelo de simulación que asemeja la estepa argelina los científicos han planteado alternativas para conciliar la seguridad alimentaria en la población del país, con la sostenibilidad de los recursos naturales.
El investigador asegura que aumentar hasta 10 veces los precios de la alimentación suplementaria, permite mantener cargas ganaderas superiores a las históricas, pero sin destruir los recursos para el pasto.
Ahora los investigadores proponen integrar los aspectos ecológicos y socioeconómicos que estabilicen ambos beneficios. A través de las simulaciones se pueden comprobar y explorar qué consecuencias pueden tener las diferentes políticas a la hora de gestionar tierras y recuperar pastos.
"Preservar los recursos en los que se basa la economía local y lograr una sostenibilidad equitativa es la única estrategia para afianzar la seguridad alimentaria de una región", ha concluido.
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