Muertes por sobredosis de opiáceos en Canadá son una "crisis nacional"

El aumento de muertes por sobredosis de opiáceos en Canadá constituye una verdadera "crisis nacional de salud pública" que podría llevar a declarar "una emergencia", dijo el viernes el ministerio de Salud.

"Si establecemos que (el estado de emergencia) es una herramienta adecuada, la declararemos", afirmó la ministra, Jane Philpott, en la apertura de una cumbre nacional en Ottawa sobre esta crisis.

"En 2015, cerca de 2.000 canadienses murieron por una sobredosis de opiáceos, y varias provincias registran un aumento de las muertes en 2016", indicó un portavoz del Nuevo Partido Democrático (NPD, izquierda), Don Davies.

"Cuando se tienen más de 700 muertes cada año en Ontario, un número similar en Columbia Británica, cifras en ascenso en Alberta y en Manitoba, queda claro que se debe actuar con urgencia", dijo por su parte Eric Haskins, ministro de Salud de Ontario.

Esta crisis está claramente vinculada con la proliferación de opiáceos falsificados, como las imitaciones de fentanilo, un potente sedante, el mismo que causó la muerte en abril del cantante estadounidense Prince.

En Columbia Británica se registraron 332 muertes por sobredosis de fentanilo en los primeros nueves meses del año, el triple que en el mismo periodo del año pasado.

"De una potencia estimada cien veces superior que la morfina", según la policía federal, este sedante en estado puro puede, con "una dosis de apenas dos miligramos (...) matar a un adulto".

La Asociación Médica de Canadá reconoció que "los hábitos de prescripción de opiáceos", a menudo recetados en casos de cáncer o de enfermedades crónicas, "están entre los muchos factores que contribuyen a esta crisis".

Es una situación que le consta a Donna May, una mujer de Ottawa que perdió a su hija cuando ésta comenzó a acudir al mercado negro para seguir consiguiendo la oxicodona que su médico se negó a seguir recetándole. Este medicamento le fue prescrito después de caer por las escaleras.

"Su adicción se volvió cada vez más y más grande hasta el punto de que no se dio cuenta y perdió el control", relató May a la cadena CBC antes de contar su testimonio en la conferencia, que cierra el sábado.

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