El Hogar Español de Montevideo cumple 50 años como testigo de la emigración

  • El Hogar Español de Montevideo, una residencia para ancianos españoles establecidos en Uruguay, celebra hoy sus 50 aniversario de funcionamiento, en los que se ha convertido en custodio de la memoria de la emigración española hacia Latinoamérica.

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María Sanz

Montevideo, 26 abr.- El Hogar Español de Montevideo, una residencia para ancianos españoles establecidos en Uruguay, celebra hoy sus 50 aniversario de funcionamiento, en los que se ha convertido en custodio de la memoria de la emigración española hacia Latinoamérica.

Aunque todos nacieron en España, la mayoría de los residentes del Hogar llevan décadas de arraigo en Uruguay y su experiencia de emigrantes les ha forjado una identidad mixta, a caballo entre dos continentes.

"Hace años, cuando regresé a Galicia, estuve tomando mate en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela. Me llevé una tradición uruguaya para mi tierra", recuerda Florinda, una anciana residente natural de La Coruña.

El 80% de los internos son de origen gallego, aunque también hay asturianos y andaluces, que llegaron a Uruguay en las décadas de 1930 a 1950, cuando contaban entre 15 y 20 años de edad.

Es el caso de Alicia Llera, una asturiana que viajó desde el puerto de Barcelona al de Buenos Aires hace ahora 62 años.

Nada más desembarcar en la capital argentina, Llera conoció al que seis meses después se convertiría en su marido.

Tras la boda, la pareja pasó su luna de miel en el prestigioso Hotel Colón del balneario uruguayo de Piriápolis, y Alicia se enamoró del lugar porque "recordaba mucho a Asturias, con el mar y la montaña tan verde".

Tanto les gustó la ciudad que decidieron trasladarse allí, pero décadas más tarde Alicia fue asaltada mientras se encontraba en su domicilio, y perdió su dinero y sus documentos.

"Me puse muy mal, y la tensión me subió muchísimo. Un médico de la Casa de Galicia pidió que me atendiesen en el Hogar. No sólo me cuidaron, sino que me ayudaron a recuperar mis documentos", explica a Efe.

Fundado en 1964, el Hogar Español cuenta hoy con 178 usuarios, todos ellos españoles, mayores de 65 años y que, por diversas circunstancias, carecen de los recursos económicos y familiares que les permitan mantenerse.

"Nací en 1934. Me casé cuatro veces. Junté mucho y me quedé con muy poco", resume a toda prisa Servando Fernández, un octogenario asturiano que arribó a Uruguay en 1949, y que reside ahora junto a su última esposa en el Hogar Español.

Servando recuerda con precisión la fecha exacta de su salida de España, las escalas que realizó el avión hasta llegar a su destino, y el trabajo que le esperaba en el país sudamericano.

"Los jóvenes de ahora también están saliendo de España y están viniendo acá para trabajar. Pero yo confío mucho en que podremos salir adelante, porque España es todopoderosa", afirma.

La administradora del Hogar Español, Vicenta González, detalla a Efe que el 80% de los residentes son totalmente dependientes, y alrededor de un 20% más son autosuficientes.

La media de edad de los usuarios se sitúa en torno a los 85 años, y hasta siete residentes rebasaron ya un siglo de vida, añade.

El centro les ofrece atención sanitaria, asistencia y rehabilitación, y les ayuda en trámites administrativos, como la gestión de sus pensiones.

Las instalaciones del Hogar Español experimentaron sucesivas ampliaciones en 2006 y 2007, y ahora la superficie construida es de más de 9.000 metros cuadrados, de una extensión total de terreno de 12.600 m2.

La residencia recibe apoyo económico de los ministerios españoles de Trabajo e Inmigración y de Asuntos Exteriores y Cooperación, así como de varias comunidades autónomas como Galicia, Asturias, Islas Canarias, Islas Baleares o la Comunidad Valenciana.

En el acto de conmemoración del medio siglo de vida del recinto, celebrado hoy en la Embajada de España en Montevideo, el jefe de la legación, Roberto Varela, detalló que la ayuda en 2013 ascendió a medio millón de dólares.

Sin embargo, González asegura que desde el comienzo de la crisis económica en España la ayuda institucional procedente de aquel país "bajó muchísimo".

Así, hacia 2011, el Hogar Español se vio obligado a cerrar su centro de día, abierto en 2005 y pionero en Uruguay, en el que proporcionaban asistencia diurna gratuita a ancianos que no se encontraban internados en la residencia.

"El Hogar Español, pese a toda la ayuda, cuenta con un déficit promedio mensual de 50.000 dólares. Un centro que no tiene recursos propios y vive de las subvenciones se encuentra siempre en el filo de la navaja", relata González.

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