La decisión se produce un día después de que Turquía levantase el veto a la adhesión de estos dos países en el marco de la cumbre de Madrid y se convierte en el proceso de integración más rápido de la historia.
El viceministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov argumenta que "no añade seguridad ni a quienes se amplían y a quienes ingresan, ni al resto de los países que ven a la Alianza como una amenaza".
Ha denunciado la “agresión injustificable” y ha subrayado que “aquellos de nosotros que creemos en la democracia, los derechos humanos y un orden internacional debemos unirnos para apoyar a Ucrania".
El presidente turco, Tayyip Erdogan, el finlandés, Saulio Niinisto y la primera ministra sueca, Magdalena Andersson han firmado un acuerdo a tres bandas que ha acabado con las discrepancias a su unión.
Jens Stoltenberg ha fijado por primera vez los objetivos climáticos de la Alianza Atlántica, entre los que se plantea aminorar el impacto climático de las fuerzas armadas de los países miembros al luchar por la paz.
Para el jefe del Estado, “la intolerable agresión” de Rusia a Ucrania ha puesto de relieve la necesidad de preservar la alianza entre los países aliados por su capacidad de disuasión y de ofrecer seguridad.
En cuarenta años de historia, España ha participado en 22 operaciones aliadas en todo el mundo en las que han prestado servicio más de 125.000 militares, de los que 119 han fallecido, la mayoría en Afganistán.
El presidente ruso entiende que se trata de una alianza política e invita al país vecino a reflexionar sobre si no terminaría convertido en una "semicolonia" de los veintisiete debido a su notable fragilidad económica.
EEUU ha apuntado que el objetivo de la Alianza Atlántica es pasar "de una disuasión reforzada y una defensa a la edificación de resiliencia contra las amenazas transnacionales, incluidas las cibernéticas".
Stoltenberg anuncia que reunirá a altos funcionarios de los tres países en Bruselas para asegurar que la organización progresa en la adhesión de Estocolmo y Helsinki, que necesita la unanimidad de los aliados.
El secretario general de la alianza advierte que se trata de una guerra impredecible y reitera que avisaron desde el pasado otoño de los planes de Putin en Ucrania tras la acumulación militar en la frontera del país.
Esta visita es previa al acto del 40° aniversario de la adhesión de España a la OTAN, que se conmemora este lunes en el Teatro Real con la presencia de Felipe VI y numerosos mandatarios de la Alianza Atlántica.
España inició su despliegue en el país báltico en el año 2017 con unos 350 efectivos. Este contingente se aumentó hasta los 500 el pasado mes de marzo tras la invasión de Ucrania para reforzar su flanco este.
El Gobierno turco es firme en su postura contra esta adhesión a la Alianza Atlántica por sus vínculos con al Partido de los Trabajadores del Kurdistán, grupo considerado por Ankara como una organización terrorista.
El presidente de EEUU anunció además que este mismo jueves se iniciará el proceso para que el Congreso estadounidense ratifique las solicitudes de entrada de esos países nórdicos en la Alianza Atlántica.
El viceministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov, explicó que la decisión de estos dos países bálticos "aumentará el nivel general de tensión militar y será menos predecible la situación en este ámbito".
El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, aseguró que las solicitudes constituyen "un paso histórico". Ambos países se encaminan a una adhesión que podría quedar completada en tiempo récord.
El mandatario dice que el ingreso de su país vecino en la alianza no supone una amenaza para el Kremlin, siempre que la adhesión no conlleve el desarrollo de una infraestructura para el ejécito en ese territorio.
Antony Blinken ha asegurando que percibe un apoyo general a su posible entrada, pese a los recelos de Turquía que denuncia vínculos de los países con "terroristas" del Partido de los Trabajadores del Kurdistán.
Erdogan afirma que Escandinavia es "una casa de invitados para el terrorismo" y recordó el "error" que, a su juicio, supuso el hecho de que su país permitiera la entrada de Grecia en la Alianza Atlántica.
El encuentro tendrá lugar durante el 14 y 15 de mayo, y sucede en pleno debate sobre la adhesión de Suecia y Finlandia. En la cena del sábado recibirán a los responsables de Exteriores de ambos países nórdicos.
Para la entrada de esos dos países se necesita el visto bueno de todos los miembros de la Alianza, de la que los turcos forman parte.
El informe encargado para valorar la posible entrada del país nórdico ha concluido que esta adhesión reduciría el riesgo de sufrir un ataque ruso.
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