El rendimiento del bono del Tesoro a diez años volvió a sobrepasar el 5% ante la perspectiva de un entorno de tipos de interés altos durante más tiempo, aunque después remitió y se situaba en el 4,85% al cierre de la bolsa.
El Dow Jones bajó un 0,86%, mientras que los inversores tienen los ojos puestos tanto en el aumento del rendimiento del Tesoro a 10 años como en el conflicto palestino-israelí.
Las acciones de la entidad británica caen tras dos horas de actividad en la Bolsa de Nueva York, como consecuencia de la retirada de la oferta catarí por el club, liderada por Sheikh Jassim Bin Hamad J.J. Al Thani.
A primera hora de la mañana JPMorgan Chase (1,50%) y Wells Fargo (3,07%) publicaron sus resultados empresariales, dando el pistoletazo de salida para las empresas financieras.
Los inversores asignan una probabilidad del 88,2% a que la Reserva Federal mantenga los tipos en su horquilla actual, entre el 5,25 y el 5,5%, en su próxima reunión de política monetaria en noviembre, según FedWatch.
La empresa ha saltado a la Bolsa de Nueva York (NYSE) con el símbolo BIRK y una oferta pública inicial de algo más de 32 millones de acciones ordinarias a un precio de 46 dólares, según ha informado en un comunicado.
El mercado mantuvo el impulso de la mañana por la caída en los rendimientos de los bonos del Tesoro, a medida que Wall Street evalúa los riesgos geopolíticos de la nueva guerra entre Israel y Hamás.
l aumento de las tensiones geopolíticas en la región se ha traducido en una subida en los precios del petróleo internacionales en torno de más del 4%: el barril de Texas cerró hoy en 86,38 dólares y el de Brent en 88,17.
El grupo alemán se convertirá en la quinta marca mundial más grande por capitalización bursátil tras su debut en unos días en la Bolsa de Nueva York, que llega en un momento de incertidumbre y volatilidad en los mercados.
Los bonos del Tesoro a diez años, considerados siempre un refugio seguro de las inversiones ante la incertidumbre de la bolsa, subieron hoy hasta 4,791%, su mayor índice en 16 años.
Sin factores claros de movimiento durante este lunes, los inversores se apoyaron en las cifras de inflación mejores de lo esperado y el acuerdo logrado en el Senado el pasado sábado para ampliar el techo de deuda.
Pese al repunte, se espera que la bolsa registre al cierre de mañana el peor mes desde que comenzó el año. El Dow Jones acumula un descenso mensual del 3%, el S&P 500 del 4,6% y el Nasdaq del 5,9%.
Septiembre va en camino de ser el peor mes del año para la Bolsa de Nueva York, a medida que cuesta ver la luz en el túnel de los tipos de una Fed que no pisa el freno en su política monetaria, con su objetivo de reducir la inflación.
La bolsa pareció animarse tras cuatro jornadas de aversión al riesgo ligadas a la perspectiva de un entorno de tipos altos durante más tiempo en EEUU, después de que el banco central dictara una pausa en la política monetaria.
La Bolsa de Nueva York se mantuvo estable tras de la decisión de la Fed, pero se declinó por las pérdidas cuando los funcionarios del banco central sugirieron que podrían recortar las tasas en solo medio punto en 2024.
Los mercados están pendientes de la decisión del banco central estadounidense sobre los tipos, que se conocerá el miércoles, y todo apunta a que dictará una pausa en la trayectoria de subidas pese al repunte en la inflación.
Entre los factores que influyeron en la bolsa sigue la subida del precio del petróleo y la reunión de política monetaria de la Reserva Federal del 19 y 20 de septiembre, donde anunciará su decisión para subir o no los tipos.
Las acciones suben en la Bolsa de Nueva York después de una avalancha de informes que sugirieron que la economía de Estados Unidos todavía está en marcha, aunque la inflación también podría estar presente.
La tasa de inflación en EE.UU. subió cinco décimas en agosto y se situó en el 3,7%, según informó la Oficina de Estadísticas Laborales, lo que supone el segundo mes consecutivo de subida de los precios a nivel interanual.
El mayor fabricante de chips del mundo ha anunciado la compra del 10% de IMS, propiedad de Intel desde 2015, por unos 432,8 millones de dólares, operación que, previsiblemente, se cerrará en el cuarto trimestre.
Los accionistas del grupo irlandés de embalaje controlarán el 50,4% del capital social del ente combinado y la firma estadounidense recibirá 43,51 dólares por acción en forma de efectivo y títulos de la nueva compañía.
La compañía de origen alemán planea dar su salto bursátil a partir del 9 de octubre, fecha que podría alargarse en función de la situación del mercado, en una operación que valora la compañía en unos 10.000 millones de dólares.
El mercado se animó ante un posible consenso entre los miembros de la Reserva Federal (Fed) para no subir los tipos de interés en la reunión de política monetaria de la semana que viene.
Los altos precios del petróleo tras los anunciados recortes de la producción en Arabia Saudí y Rusia están alimentando los temores a una nueva subida de inflación, lo que a su vez puede acarrear nuevas subidas de tipos.
En el Dow Jones destacó la caída en la cotización de Apple (-2,92%) después de conocerse ayer que el gobierno chino ha prohibido a todos los funcionarios del gobierno y agencias oficiales el uso de iPhones en horas de trabajo.
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