El joven Finkbeiner se pregunta porqué se permite actuar a los especuladores

  • El activista alemán Félix Finkbeiner, de 14 años, se ha preguntado hoy por qué los adultos permiten que los especuladores económicos actúen sin hacer nada para detenerlos a pesar del daño que causan a los gobiernos y a las personas.

Las Palmas de Gran Canaria, 26 nov.- El activista alemán Félix Finkbeiner, de 14 años, se ha preguntado hoy por qué los adultos permiten que los especuladores económicos actúen sin hacer nada para detenerlos a pesar del daño que causan a los gobiernos y a las personas.

Finkbeiner fundó con nueve años "The plant for the planet children initiative", una organización internacional dirigida a promover que los niños planten un millón de árboles en cada uno de sus países como medida para combatir el calentamiento global.

Bajo el lema "Habla menos y planta más" pide a los representantes políticos de todo el mundo que actúen en contra del cambio climático y se impliquen en la lucha contra él.

El joven, que hoy ha participado en un acto en Gran Canaria con motivo del Día del Árbol que se celebra mañana, considera que además de a la actual crisis financiera, el planeta se enfrenta a otra climática y de pobreza mundial.

A su juicio, los adultos no actúan suficientemente porque para ellos el futuro es más corto que para los niños, razón por la que estos últimos sí están preocupados por el planeta y proponen medidas concretas.

Para tratar de frenar el cambio climático Finkbeiner cree posible plantar tres trillones de árboles en diez años, lo que permitiría reducir en diez billones de toneladas las emisiones de CO2, con la intención que no haya ninguna emisión de dióxido de carbono a la atmósfera en 2050.

Finkbeiner ha mostrado su preocupación porque el 60 por ciento de la energía actual provenga de fuentes no sostenibles, pues serán las generaciones venideras las que pagarán por ello.

En su opinión, una decisión es sostenible cuando siete generaciones están de acuerdo con ella, ya que supone tener en cuenta la consecuencias a largo plazo.

Para Gran Canaria, Finkbeiner ha propuesto plantar 110 millones de árboles, y en caso de que no entren en la isla, sugiere que las plantaciones se trasladen a otro lugar.

Asimismo, plantea que Gran Canaria sea la primera isla en la que todos los coches sean eléctricos y que los turistas que la visitan paguen un canon por ello de unos 50 euros.

Esta medida podría ahuyentar a algunos, pero muchos otros se sentirían atraídos por un destino respetuoso con el medioambiente y acudirían a visitarlo, según el joven activista.

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