Los vecinos denuncian que las fiestas ilegales se celebran desde hace años

  • Diferentes vecinos del barrio de Perales del Río de Getafe (Madrid) han denunciado hoy que hace años que se celebran fiestas ilegales en la finca de La Aldehuela, en las que cientos de jóvenes consumen alcohol y drogas, y que en su opinión deben de prohibirse para evitar muertes como las de ayer.

Madrid, 22 ago.- Diferentes vecinos del barrio de Perales del Río de Getafe (Madrid) han denunciado hoy que hace años que se celebran fiestas ilegales en la finca de La Aldehuela, en las que cientos de jóvenes consumen alcohol y drogas, y que en su opinión deben de prohibirse para evitar muertes como las de ayer.

Varios vecinos de la zona y el presidente de la Asociación de Vecinos de Perales del Río, Nicanor Briceño, se han referido así, en declaraciones a Efe, a la muerte ayer de dos jóvenes de 18 años que habían asistido a una fiesta en la finca conocida como "el monasterio de La Aldehuela", en la que según las primeras investigaciones ingirieron diferentes drogas.

Un tercer joven se encuentra en estado grave en el Hospital de Getafe por el mismo motivo.

Briceño ha explicado que hace al menos diez años que estas fiestas tienen lugar algunos fines de semana, a veces con la asistencia de cientos de jóvenes que ingieren alcohol y drogas y que, aunque no molestan a los vecinos porque la finca está alejada de las viviendas, en ocasiones acaban "mal".

Ha recordado que, hace tres años, dos jóvenes del barrio murieron al sufrir un accidente de tráfico cuando abandonaban una de esas fiestas, y aún así los encuentros han continuado celebrándose.

La Asociación de Vecinos de Perales del Río presentó hace aproximadamente un año una propuesta al anterior alcalde, Pedro Castro (PSOE) para que esa finca, que es de propiedad privada, se convirtiese en una casa rural en la que se estudiase el entorno ambiental de la zona, pero esta idea "no se pudo materializar" antes de las elecciones del pasado mes de mayo, en las que ganó el PP.

Briceño ha pedido al actual alcalde, Juan Soler, que "tome las medidas que tenga que tomar" y ha anunciado que cuando los miembros de la asociación vuelvan de vacaciones en septiembre se reunirán con él para pedirle "que todo eso acabe de una vez, porque no se puede consentir".

Por su parte, Emilio García, vecino de la zona desde hace muchos años, ha relatado que las "macrofiestas" se celebran habitualmente cada dos o tres fines de semana "de manera organizada", ya que acuden cientos de jóvenes con equipos de música y bebida.

García ha lamentado que una finca que tenía una gran bodega, con tinajas antiguas e incluso una capilla "haya sido destruida casi por completo", ya que los asistentes a las fiestas han arrancado los bancos de la ermita, elementos de decoración y la han cubierto de grafitis.

Ha explicado que tanto el Ayuntamiento como la Policía Local y la Guardia Civil conocen estos hechos y que ya han fallecido varios jóvenes en relación con estas fiestas -los de ayer y los del accidente de tráfico de hace tres años-, así como el hecho de que en esa zona los ladrones de coches suelen desguazar los vehículos para quitarles el motor, lo que también es una actividad delictiva.

Mostrar comentarios