Uruguay insiste en cumplir convenios antidroga pese a legalización marihuana

  • Uruguay cumple con todos sus compromisos internacionales en la lucha contra la droga y respeta el "espíritu" de las convenciones a ese respecto con su norma recién aprobada que legaliza la compraventa y el cultivo de marihuana, señalaron hoy fuentes oficiales.

ImageDefault
ImageDefault

Montevideo, 25 abr.- Uruguay cumple con todos sus compromisos internacionales en la lucha contra la droga y respeta el "espíritu" de las convenciones a ese respecto con su norma recién aprobada que legaliza la compraventa y el cultivo de marihuana, señalaron hoy fuentes oficiales.

Según una nota difundida por el Gobierno, el canciller interino, Luis Porto, el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, y el secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Julio Calzada, se expresaron así en una reunión con el cuerpo diplomático acreditado en Uruguay en la que explicaron los alcances y los objetivos de la normativa y los detalles de su creación.

Porto cargó contra las "interpretaciones" que se han dado a la iniciativa, cuyo reglamento, la única pieza que falta para que entre en vigor, deberá presentarse la próxima semana, y atacó el "dedo acusatorio" de quienes sostienen que el país suramericano "viola las convenciones internacionales" por esa medida.

El ministro interino de Relaciones Exteriores se refirió así a las declaraciones del presidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), Raymond Yans, quien acusó al Uruguay de ser "un pirata" cuando aprobó a finales del año pasado la legalización de la compraventa y el cultivo de la marihuana.

La JIFE también señaló entonces que con su iniciativa, Uruguay estaría en "completa contravención" con las disposiciones de los tratados internacionales sobre drogas de los que es parte.

"Si bien Uruguay en el contexto internacional no tiene poderío económico ni tecnológico ni militar, sí tiene el poder de su palabra. Uruguay cumple sus compromisos y quizás por ello es muchas veces escuchado", sostuvo Porto dirigiéndose a los diplomáticos.

El canciller interino señaló que la idea de Uruguay es establecer un nuevo camino en la lucha contra las drogas para evitar empujar hacia el delito "a quienes pueden consumir marihuana porque no está penalizado", y que por lo tanto la ley deben entenderse "en el marco de los derechos humanos y el combate al narcotráfico".

Por su parte, Cánepa insistió en esa tesis, apuntando que de lo que se trata es de defender la salud de los consumidores, y que además Uruguay estaría cumpliendo con las convenciones antidroga porque es el Estado "quien se hace cargo de la fiscalización y el control de todas las drogas".

"Pocas políticas públicas en Uruguay han tenido el nivel de discusión, de trabajo, de asesoramiento y de profesionalidad que se ha tenido con esta ley, y también con la regulación que se presentará en pocos días", mencionó el funcionario.

Cánepa ilustró la posición uruguaya respecto a la marihuana comparándola con el alcohol y el tabaco, las drogas más consumidas y dañinas en el país contra las que nadie se planteó el prohibicionismo como solución.

"En Uruguay no se legalizó la marihuana sino que se generó un mercado estrictamente regulado que implica que quien produzca y venda por fuera de este mercado regulado seguirá cometiendo un delito", explicó.

La ley uruguaya autoriza el cultivo de hasta seis plantas de marihuana o la compraventa de la droga en establecimientos especialmente habilitados a todo mayor de edad residente en el país.

A falta de conocerse el reglamento definitivo de la norma, se entiende que el Estado creará un registro de cultivadores y consumidores, que podrán adquirir hasta 40 gramos de la droga al mes, sustancia que será producida por empresas privadas habilitadas específicamente para ello.

Mostrar comentarios