Diez cosas que no sabías sobre la barba

Siéntate, pon música de fondo y concéntrate en lo que vas a leer, porque nunca habrás deseado tanto que te crezca la barba como ahora. Y no es broma: cuando asimiles estas diez curiosidades entenderás por qué lucir pelo en la cara cual vikingo 'mola'.En el Antiguo Egipto la barba ya era un complemento de moda, como el que llevaba un collar o unas pulseras (vamos, como ahora). Entonces, las teñían y las trenzaban con hilos de oro. La barba fue un símbolo de virilidad en Grecia, de ahí que la mayoría de las esculturas griegas lucieran vello facial. Véase el caso del Laocoonte, un hombre rudo con cuerpo esculpido con cincel (y nunca mejor dicho).Según la Universidad de Boston, un hombre invierte 139 días de su vida afeitándose.Los hombres con barba, a los ojos femeninos, sonmás atractivos,más masculinos,más saludablesy mejores padres. Lo dice la Universidad de South Walles.Para el Birmingham Trichology Centre, la barba te salva de los catarros porque tiene un 'efecto bufanda'.La fiebre por ser hipster es tal que existen implantes de vello facial. Distintas clínicas de estética británicas y estadounidenses aseguran que en los últimos años se ha multiplicado el número de hombres que solicitan este servicio.Un implantecompleto de barba cuesta entre 5.000 y 6.000 euros, y la intervención dura unas siete horas.La barba te protege del sol, según un estudio de la Universidad de Southern Queensland (Australia). Los expertos aseguraron colocaron a dos maniquíes con y sin barba (barbas de 3.8 y 8.8 cm). Los resultados mostraron quela barba parecía ofrecer un 90-95% de protección contra el sol en función de la longitud del cabello.Los que tienen asma provocada por el polen y el polvodeberían hacerse hipsters, porque la barba, y más específicamente los bigotes grandes, ayudan a reducir los síntomas de la enfermedad.La barba es mejor que el elixir de la eterna juventud porque evita que el agua salga de la piel, la mantiene hidratada y la protege del viento, que la seca y altera su barrera protectora, según el dermatólogo Nick Lowe.