El gran incremento en el precio de las materias primas compromete el interés de los bancos centrales en contener la inflación y obstaculiza la posible bajada de tipos que se buscaba conseguir en los próximos meses del año.
La debilidad del dólar y la caída de los rendimientos de la deuda han impulsado este activo refugio, que "ya descuentan un cambio en la política monetaria por parte de los bancos centrales".
La divisa europea reacciona con subidas en su cambio con el billete estadounidense tras la prórroga del parón de tipos de la Fed y el inicio de la pausa del BCE pese a que los datos macroeconómicos divergen en su contra.
El debate en Argentina alrededor de una dolarización de su economía contrasta con los intentos de grandes países como China, Rusia, Brasil y la zona de Oriente Medio para despegarse de la influencia del billete estadounidense.
Las bolsas del Viejo Continente registran subidas superiores al 1% en detrimento de los activos considerados "refugio", que frenan su escalada alcista mientras la Reserva Federal insinúa que el alza de tipos ha llegado a su fin.
La moneda estadounidense se revaloriza frente a las principales divisas mundiales mientras la onza sube más de un 1% y supera los 1.865 dólares.
La medida se anuncia después de que el dólar se cambie a 3,9 shékels, moneda que ha marcado un mínimo de casi ocho años frente a la divisa estadounidense en las primeras operaciones de este lunes.
Esta caída se ha dado en medio del debate que mantienen abierto tanto el Banco Central Europeo (BCE) como la Reserva Federal de Estados Unidos sobre la respectiva evolución de la política monetaria.
Las bolsas del Viejo Continente mantienen el correctivo ante el repunte de la deuda a largo plazo, que en el caso español toca su nivel más alto desde 2014, mientras el dólar sigue ganando posiciones frente al euro.
La moneda europea se depreció por quinta negociación consecutiva en tanto en cuanto la rentabilidad de la deuda del Tesoro de Estados Unidos a diez años alcanzó 4,5%. El BCE fijó el cambio de referencia en 1,0633 dólares
El desplome de la divisa del gigante asiático frente al 'billete verde' se produce ante una demanda interna "insuficiente" y la expectativa de una posible desaceeleración del consumo en esta potencia mundial.
El gigante asiático, Japón y Europa mantienen su preocupación por la pérdida de valor que están experimentando sus monedas nacionales ante la posibilidad de un nuevo alza de tipos de interés por parte de la Reserva Federal.
El vicepresidente de Gazprom, Famil Sadígov, vinculó este desplome con la devaluación del rublo, que ha perdido un 24% de su valor respecto al dólar desde principios de año.
Las potencias emergentes se alinean junto a China en la búsqueda de un nuevo orden mundial en el ámbito financiero, comercial y militar pero con una relación asimétrica en el que no todos tendrán la misma voz.
La "desdolarización" de las economías del bloque ha sido objeto de un animado debate en la cumbre. Vladímir Putin consideró por videoconferencia "irreversible" la renuncia al dólar en los intercambios y transferencias.
La coalición del emergente y libertario Javier Milei sorprende con recetas radicales que una mayoría de la población argentina está abrazando desesperada con la inflación, la inseguridad, la pobreza y la presión fiscal.
El Banco Central se ha reunido de manera extraordinaria para tomar medidas contra el "aumento de la presión inflacionista", que alcanzaba el 7 de agosto el 4,4% al tiempo que los precios corrientes se mantenían al alza.
La subida de la moneda local frente al dólar es beneficiosa para las exportaciones del país asiático, impulsando este índice, que incluye a las empresas de mayor capitalización a rebasar los 2.337 puntos tras avanzar un 0,64%.
El banco central de EEUU vuelve a subir los tipos en un cuarto de punto, hasta el 5,5%, tras la pausa realizada en junio y suma el undécimo aumento desde marzo de 2022 para combatir la inflación.
El Índice de Precios de Consumo en Reino Unido registró en junio una desaceleración sustancial hasta el 7,9% con lo que se sitúa en mínimos desde marzo de 2022 y pese a la escalada del precio de los alimentos.
Esta reducción se debe, principalmente, a la fuerte caída de la cotización de las materias primas (-25,8%) y en menor medida, a la apreciación del euro frente al dólar (+0.9%), que está amortiguada por le superávit existente.
La divisa comunitaria gana terreno frente al billete verde y ronda la cota del 1,1 ante la posibilidad de que la Fed anuncie la esperada pausa de su ciclo restrictivo, mientras aún no está claro el camino que seguirá el BCE.
La moneda de referencia en la zona de la moneda única se intercambia a 1,053 'billetes verdes' y marca su umbral más bajo desde el arranque de año por el efecto de las declaraciones de Powell en los mercados.
La debilidad del dólar frente al euro, la estabilización de los precios energéticos o la reapertura de China estarían evitando que se visualizara un deterioro macroeconómico más significativo por el mejor volumen de financiación.
La moneda ya ha perdido alrededor del 100 % de su valor desde el inicio de la crisis y sigue bajando a pesar de los intentos del Banco Central que aplicó una subida del 895% al tipo de cambio.
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