Disidentes cubanos denuncian detenciones temporales y represión en protestas

La Habana, 25 ago.- Más de 130 activistas del grupo disidente Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) fueron detenidos durante varias horas y reprimidos el domingo en la provincia oriental de Santiago de Cuba, denunció hoy el líder de esta organización, José Daniel Ferrer, en declaraciones a Efe.

Ferrer, secretario ejecutivo de la UNPACU, explicó a Efe vía telefónica que unos 200 miembros de esa agrupación habían planeado celebraciones para conmemorar el tercer aniversario de esta organización opositora, celebración que se vio interrumpida por la detención de unas 130 personas.

Según cuenta Ferrer, la mayoría de estas personas estuvieron detenidas en el interior de autobuses por espacio de 20 o 30 minutos, donde recibieron golpes que les ocasionaron contusiones y les fueron rasgadas las ropas.

Posteriormente, fueron liberados, en muchos casos, en lugares apartados de la ciudad de Santiago de Cuba.

Señaló que sólo una veintena de los disidentes fueron conducidos a dependencias policiales y que, entre los que permanecieron detenidos, los últimos tres quedaron en libertad en la mañana de este lunes.

Ferrer, exprisionero político del "Grupo de los 75", dijo que el operativo policial concluyó cercano a la medianoche del domingo y estuvo localizado en diferentes puntos de Santiago, segunda ciudad en importancia de Cuba, situada a 940 kilómetros al este de La Habana.

También ayer, el colectivo disidente Damas de Blanco -que los domingos suele protagonizar desfiles de protesta en distintas ciudades cubanas- registró el arresto de 23 de sus integrantes en las localidades de Cárdenas (10) y Colón (13), en la provincia occidental de Matanzas, a la salida de una misa, confirmó a Efe su portavoz, Berta Soler.

De las detenidas en Cárdenas, detalló Soler, cuatro fueron liberadas en una zona alejada de la ciudad y a su regreso intentaron reanudar su marcha de protesta, pero la Policía las detuvo de nuevo y permanecieron detenidas hasta el final de la tarde.

El Gobierno de la isla considera a los disidentes "contrarrevolucionarios" y mercenarios al servicio de Estados Unidos.