Ciudad del Vaticano, 26 abr.- Una imagen de la Virgen de los Ángeles, patrona de Costa Rica, fue entronizada hoy en el Vaticano, en una ceremonia presidida por el cardenal Angelo Comastri, vicario general para la Ciudad del Vaticano.
Al acto asistieron varios centenares de costarricenses y Floribeth Mora, la mujer cuya curación, calificada de milagro por la Iglesia católica, ha llevado a la canonización de Juan Pablo II.
La entronización se realizó en la iglesia de santa Ana, considerada la parroquia del Vaticano y junto con Comastri oficiaron la misa José Rafael Quirós, arzobispo de San José, monseñor Ulloa, obispo de Cartago, y monseñor Barrantes, arzobispo emérito de San José.
La ceremonia comenzó con la entronización y bendición de la imagen de la virgen de los Ángeles, obra de orfebres del Valle, colocada en un altar de la iglesia, donde permanecerá.
Tras la bendición los cientos de presentes, que ondeaban banderas de Costa Rica, rompieron en aplausos y se entonaron cantos marianos.
La primera lectura estuvo a cargo de Mora, que cubría su cabeza con un velo negro y que estaba acompañada de su familia.
La entronización se enmarca en los actos de canonizaciones de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII, que serán proclamados mañana, domingo, santos por el pontífice Francisco.
El cardenal Comastri, que es también arcipreste del la basílica de san Pedro, destacó en la homilía la figura de María y la importancia de la fe y la familia.
De la fe dijo que es el "mejor tesoro que tiene un pueblo" y que sin la fe "el mundo se pierde".
De la familia subrayó que es el primer lugar donde se desarrolla la fe y que es un pilar de la sociedad que hay que cuidar.
El purpurado recordó que Juan XXIII lo primero que hizo tras ser elegido papa fue pedir a su familia que rezaran por él y en su primer ángelus como pontífice, el 9 de noviembre de 1958, contó a los fieles que aprendió esta oración rezándola con su madre y que por la tarde rezaba toda la familia el Rosario, que dirigía su padre.
De Juan Pablo II señaló que también defendió la familia, a la que consideraba célula básica de la sociedad, y que siempre mantuvo que quería ser recordado "como el Papa de la familia".
"La familia es la primera escuela de vida", añadió Comastri.
Concluida la misa, en la que cantaron los Heraldo del Evangelio, el embajador de Costa Rica en el Vaticano, Fernando Sánchez, manifestó que durante la visita que realizó al Vaticano la presidenta de su país, Laura Chinchilla, el 8 de noviembre de 2013, expresó al papa Francisco el deseo del pueblo costarricense de que una imagen de la patrona fuese colocada aquí.
Francisco acogió favorablemente la idea y la imagen permanecerá para siempre en la iglesia de santa Ana, que se ha convertido, desde hoy, en la nueva casa de los costarricenses en el Vaticano, subrayó el embajador.
Costa Rica, agrego el diplomático, tiene el honor de ser la tierra de donde procede la mujer que con su curación inexplicable para la ciencia, llevará este 27 de abril a Juan Pablo II a la gloria de los altares y al culto universal.
Unos dos mil costarricenses sé encuentran en el Vaticano para la proclamación como santos de Juan Pablo II y Juan XXIII, el papa que convocó el Concilio Vaticano II que lanzó a la iglesia hacia el tercer milenio.
Los costarricenses presentes en Roma participarán también hoy en una misa de preparación para la canonización de los dos papas en la iglesia nacional española de Santiago y Montserrat.
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