Petrolera china CNOOC completa la compra de la canadiense Nexen

Pekín, 26 feb.- La petrolera china CNOOC anunció hoy que ha completado la compra de la canadiense Nexen, por valor de 15.100 millones de dólares y que representa la mayor adquisición de una empresa china en el exterior hasta ahora.

En un comunicado, la compañía china indicó que la canadiense funcionará como una subsidiaria participada al cien por ciento por CNOOC, después de que ésta haya comprado acciones ordinarias y preferentes de Nexen por valor de 15.100 millones de dólares.

El actual director general de Nexen, Kevin Reinhart, continuará en su puesto una vez se haya completado la adquisición, explica CNOOC.

Además, ha quedado constituido un nuevo Consejo de Administración, del que forman parte representantes de CNOOC, directivos de Nexen y directores independientes canadienses, y que presidirá Li Fanrong, director ejecutivo de la petrolera china.

El presidente de la compañía china -la mayor productora offshore de petróleo y gas natural del país-, Wang Yilin, indicó que el acuerdo proporciona a la empresa una plataforma para su desarrollo mundial.

"Creemos que la compra de Nexen se alinea con su estrategia empresarial y aportará beneficios a largo plazo a sus accionistas", declaró Wang.

Li indicó a su vez que Nexen es "una empresa fuerte y diversa con perspectivas de crecimiento atractivas, una gran base de recursos y reservas, un importante potencial de perspectivas de exploración y trabajadores de gran talento".

"Emplearemos ampliamente la plataforma que nos aporta para expandir nuestro negocio en el exterior", declaró el director ejecutivo.

Es la mayor compra por parte de una empresa china de una compañía en el exterior.

Las negociaciones para la adquisición de Nexen se dieron a conocer en julio del año pasado y los accionistas de la empresa canadiense dieron el sí a la venta en septiembre.

El Gobierno canadiense, que puede bloquear la venta de empresas nacionales a inversores extranjeros si considera que la operación no representa un "beneficio neto" para el país, no aprobó la transacción hasta diciembre.

Canadá había retrasado en varias ocasiones su visto bueno ante la controversia que la adquisición de Nexen provocó en este país y Estados Unidos por el temor a que una empresa estatal china controlara parte de los yacimientos de arenas bituminosas canadienses, considerados como una de las mayores reservas de crudo del mundo.