
Los datos del PIB entre abril y junio reflejan una desaceleración en el consumo de los hogares y exportaciones, a los que se suma el gasto público, mientras subela inversión privada no residencial y decrece la residencial.
Los datos del PIB entre abril y junio reflejan una desaceleración en el consumo de los hogares y exportaciones, a los que se suma el gasto público, mientras subela inversión privada no residencial y decrece la residencial.
La última vez que la rentabilidad del bono a diez años rebasó este nivel fue en diciembre de 2013, ahora vuelven a escalar ante la premisa de que los tipos seguirán elevados más tiempo del previsto inicialmente.
El sector inmobiliario comercial afronta el vencimiento de préstamos en los próximos tres años en un contexto marcado por la normalización del coste de la financiación y después de sufrir una depreciación de hasta el 60%.
El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años se dispara a su mayor nivel desde 2007. Aparte, la bolsa sigue con nerviosismo un posible cierre del Gobierno este 30 de septiembre dada la falta de acuerdo en el Congreso.
Esta caída se ha dado en medio del debate que mantienen abierto tanto el Banco Central Europeo (BCE) como la Reserva Federal de Estados Unidos sobre la respectiva evolución de la política monetaria.
Las huelgas masivas en el sector del automóvil y la posible desconexión presupuestaria de la Administración Biden añaden un nuevo freno de la economía estadounidense junto a la política de tipos altos de la Fed.
Septiembre va en camino de ser el peor mes del año para la Bolsa de Nueva York, a medida que cuesta ver la luz en el túnel de los tipos de una Fed que no pisa el freno en su política monetaria, con su objetivo de reducir la inflación.
El mensaje de que los tipos permanecerán altos por más tiempo cala entre los inversores y empujan la rentabilidad de la deuda a niveles no vistos en una década, situación que también se da en Alemania y Estados Unidos.
La bolsa pareció animarse tras cuatro jornadas de aversión al riesgo ligadas a la perspectiva de un entorno de tipos altos durante más tiempo en EEUU, después de que el banco central dictara una pausa en la política monetaria.
Las bolsas del Viejo Continente ahondan en la caída en el 'superjueves' de bancos centrales, cuyas decisiones de política monetaria han dado pide a una jornada volátil.
El gobernador de la Reserva Federal (Fed) confirma que la economía de EEUU ha crecido más fuerte de lo esperado y puede forzar nuevas subidas de tipos, pero también observa "demasiada incertidumbre".
La Bolsa de Nueva York se mantuvo estable tras de la decisión de la Fed, pero se declinó por las pérdidas cuando los funcionarios del banco central sugirieron que podrían recortar las tasas en solo medio punto en 2024.
Los responsables de la política monetaria de EEUU también presentaron un nuevo conjunto de proyecciones económicas que sugieren que todavía esperan realizar otro aumento de tasas antes de finales de 2023.
Las bolsas europeas experimentan rebotes pendientes del petróleo y la escalada de los intereses de la deuda en una jornada marcada por la reunión del banco central estadounidense, que previsiblemente tomará una pausa.
La huelga masiva del sector automovilístico en Detroit y la amenaza de cierre total de la Administración Biden por el bloqueo presupuestario presionan a la Reserva Federal de Jerome Powell ante su reunión sobre tipos.
Los mercados están pendientes de la decisión del banco central estadounidense sobre los tipos, que se conocerá el miércoles, y todo apunta a que dictará una pausa en la trayectoria de subidas pese al repunte en la inflación.
Las bolsas del Viejo Continente cotizan mixtas tras la moderación del IPC al 5,2% durante agosto en la eurozona, marcando mínimos desde el inicio de la guerra, mientras el crudo añade presión sobre los precios.
Entre los factores que influyeron en la bolsa sigue la subida del precio del petróleo y la reunión de política monetaria de la Reserva Federal del 19 y 20 de septiembre, donde anunciará su decisión para subir o no los tipos.
Las bolsas del Viejo Continente experimentan correcciones en un día escaso de referencias macroeconómicas mientras los inversores se preparan para la cita de la Reserva Federal y del Banco de Inglaterra.
Los analistas prevén que el banco central estadounidense decretará una pausa en la reunión de esta semana para retomar la senda alcista ya llegado el otoño y después de haber elevado la tasa de referencia a récord desde 2001.
Con el tipo objetivo de los fondos federales en el 5,25-5,5%, la política monetaria ya se encuentra en territorio restrictivo, por lo que cualquier combinación de factores podría complicar el escenario y presionar la renta fija.
Las bolsas del Viejo Continente experimentan retrocesos en un día marcado por la publicación del IPC de Estados Unidos, que pone fin a las caídas tras repuntar cinco décimas en agosto.
Los analistas creen que la mayoría de países podrían capear el temporal "relativamente bien", pese a que les obligaría a recortar tipos, mientras ponen el foco en las materias primas, al tratarse de grandes exportadores.
El mercado se animó ante un posible consenso entre los miembros de la Reserva Federal (Fed) para no subir los tipos de interés en la reunión de política monetaria de la semana que viene.
En el Dow Jones destacó la caída en la cotización de Apple (-2,92%) después de conocerse ayer que el gobierno chino ha prohibido a todos los funcionarios del gobierno y agencias oficiales el uso de iPhones en horas de trabajo.
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