Redacción deportes, 26 ago.- Hamed Haddadi, el pívot iraní de 2,18 metros y 29 años, es el jugador más dominante de la región promediando el año pasado 18,8 puntos, 10 rebotes y 1,7 tapones, lo que le convierte en el foco de atención de su equipo.
Irán también cuenta con Samad Nikkhah Bahrami, un alero de 1,98 metros y 31 años al que no le asusta la responsabilidad de conducir el balón en la cancha, además de ser un buen penetrador y un más que aceptable tirados de media y larga distancia.
El joven de 24 Arsalen Kazemi, de 24 años, es otro de los jugadores importantes de la selección iraní. Tras jugar con Irán en el Mundial FIBA de 2010 y en el FIBA Asia de 2011, Kazemi se perdió la cita de 2013 por no poder cumplir con la preparación del equipo.
El nuevo seleccionador Memi Becirovic le ha traído de vuelta y su presencia fortalece al equipo. Conocido por su presencia reboteadora, el alero de 2,01 no encontró muchos minutos en los partidos de hace cuatro años pero ahora será una de las referencias.
Kazemi consiguió 10 rebotes y 14 puntos este año en la final del FIBA Asia Cup para ganar sobre Tapei. También fue un jugador fundamental para que el Mahram consiguiera ganar la liga iraní esta temporada.
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