Alexandr Nóvak, el viceprimer ministro de Rusia, ha afirmado que el tránsito de gas por territorio ucraniano podría continuar a pesar de la guerra, después de que Naftogaz asegurase que no había intención de renovar el contrato.
"A consecuencia de esto el mercado mundial de gas se tornó extremadamente volátil y en consecuencia, inestable. Y para los países de Occidente el mercado de gas se ha visto limitado", indica su consejero delegado.
Desde que se suspendió suministro a través del gasoducto Nord Stream, que pasa por el mar Báltico, en octubre de 2022 se llegó a un acuerdo para aumentar el suministro de gas ruso a lo largo de la ruta sur, por el TurkStream.
El vicepresidente de Gazprom, Famil Sadígov, vinculó este desplome con la devaluación del rublo, que ha perdido un 24% de su valor respecto al dólar desde principios de año.
Desde que comenzó el año, las materias primas, excepto el oro, han caído de precio debido al temor a un menor crecimiento económico como consecuencia del impacto de las subidas de tipos de interés adoptadas por la banca.
El precio del gas natural se abarata a paso acelerado hacia la normalidad previa a la crisis energética de 2021 o el estallido de la guerra de Ucrania en 2022, pero los expertos prevén que todavía caiga más en 2023.
El presidente ha señalado a EEUU, ya que estaría interesado en suministrar volúmenes de gas un 25 o 30% más caros, por lo que están interesados en detener el suministro de energía ruso al mercado europeo.
El máximo responsable de la gasista, que acaba de cumplir 30 años, recalcó que la gasística comenzará a implementar nuevos proyectos importantes de construcción de gasoductos en un futuro muy cercano.
Rusia ha superado a Arabia Saudí en enviar crudo al gigante asiático y ha mandado 13.800 millones de metros cúbicos de gas a través del gasoducto Power of Siberia entre enero y noviembre del año pasado.
El presidente ruso había asegurado a Orbán que podría comprar el gas por "la quinta parte de lo que cuesta en los mercados europeos". Hungría importa en la actualidad el 65% de lo que consume del país ruso.
"Nunca estaremos de acuerdo con tal alteración y destrucción de los procesos de mercado para la fijación de precios", ha dicho el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov en una entrevista a la televisión pública rusa.
El anterior propietario, la empresa finlandesa Fortum, ha anunciado que venderá sus participaciones a un precio de 1,7 euros por acción al Estado alemán, con ello el país será el accionista principal de la compañía.
La gigante gasista rusa presume de incrementar sus envíos a China al tiempo que los reduce hacia Europa, pese a que produjo un 20% menos que el año anterior. Las retiradas de gas alcanzan niveles récord.
Cuando Rusia invadió Ucrania, Berlín importaba de Moscú más de la mitad de sus necesidades de gas, a través del gasoducto Nord Stream 1, así como la mitad del carbón mineral y un tercio del crudo.
"Gazprom ha cumplido con la petición de China de incrementar sus suministros de gas diarios en diciembre respecto al calendario previamente aprobado para 2022", ha indicado la empresa.
La compañía rusa incumplió el contrato de suministro con ambas empresas al cortar el envío de gas a Alemania, por lo que tuvieron que acudir a otros proveedores más caros que les provocaron pérdidas.
El recorte de gas natural le ha provocado un gasto extraordinario de al menos 11.600 millones a la alemana, que asegura que el incumplimiento del contrato se tuvo que reemplazar con precios de mercado extremos.
El consorcio gasístico denuncia que ha detectado que parte del gas destinado a los consumidores moldavos de conformidad con el contrato con la compañía Moldovagaz se queda en territorio ucraniano.
El país podrá acercar sus políticas y desarrollar mejor sus cadenas de valor en los materiales y baterías mientras que los Veintisiete diversificarán las fuentes de materias primas y reforzarán su base industrial.
La Constitución polaca no permite la expropiación pero sí justifica la gestión temporal de un activo. Esta decisión asegura el uso del gasoducto.
La antigua Gazprom Germania, rebautizada como "Securing Energy For Europe" (SEFE) es una compañía "clave" para el abastecimiento de gas de Alemania, según ha asegurado el ejecutivo germano.
La Comisión Europea desembolsa más de 225 millones en ayudas para que el país ponga en marcha la nacionalización del grupo, que será rebautizado como Energía Garantizada para Europa (SEFE).
La rusa asegura que los suministros se llevan a cabo "de acuerdo con las solicitudes confirmadas". La empresa constata que "la reducción del consumo de gas en la Unión Europea fue un factor clave".
El Gobierno húngaro, único aliado europeo de Putin, asegura que ha logrado quedar exento de la aplicación de algunas de las medidas de Bruselas para reducir el precio del gas, como las compras conjuntas.
Se niegan a acatar esta medida propuesta para reducir los precios y la dependencia de Rusia porque el país tiene firmados sus propios contratos para adquirir el gas ruso y recibe sin problemas sus suministros.
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