Maduro estrena su "gobierno de calle" con la entrega de viviendas

Inés Guzmán

Caracas, 25 abr.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, comenzó hoy su autoproclamado "gobierno de calle" con la entrega de 134 apartamentos en un humilde barrio del sur de Caracas, donde defendió la política habitacional del chavismo y prometió acabar con el déficit de viviendas que registra el país.

A su llegada al barrio 70 de la urbanización El Valle, ubicada en lo alto de un cerro conformado por un intrincado laberinto de casas de ladrillo, Maduro recordó la meta trazada por el fallecido presidente Hugo Chávez de construir 3 millones de viviendas para el 2019 y dijo que eso sólo sería posible con un Gobierno chavista.

"Si la burguesía hubiera ganado, no duden un segundo que habrían venido a sacarlos de sus casas. Estamos luchando para que el pueblo tenga su educación, su salud, para que tenga un buen salario, una vivienda digna", dijo Maduro en el acto para oficializar la entrega de las viviendas.

Los 134 apartamentos, que están distribuidos a lo largo de 12 módulos de cemento y ladrillo en un terreno de 3,6 hectáreas, forman parte del objetivo del Gobierno de construir 380.000 viviendas este año en todo el país.

Entre el olor del cemento fresco y obreros que realizaban los últimos arreglos, los afiches de Chávez se amontonaban en las puertas y ventanas de muchas de las nuevas casas.

Maduro, que ha prometido llevar adelante lo que denominó un "gobierno de calle cercano al pueblo", pidió a los nuevos habitantes hacer de su barrio "una zona de paz", en un país donde la violencia se siente con especial fuerza en los barrios más marginados.

"Yo hago un llamado a todos los muchachos, hagamos un barrio de paz, de respeto a la vida. Los muchachos a los que el capitalismo los llevó por el mal camino, yo les digo que vengan para acá a trabajar, yo les tiendo mi mano", afirmó.

Con atención lo escuchaba Cruz Ruiz, una mujer de 68 años y hablar suave, que tras esperar 13 años logró acceder a uno de los 134 apartamentos, cuya construcción fue financiada por fondos públicos con una inversión de 159,5 millones de bolívares (25,3 millones de dólares.

Para Ruiz, valieron la pena los años de espera desde que en 2000 su rancho de adobe fue declarado en riesgo de derrumbe.

Madre de ocho hijas y abuela de 33 nietos, Ruiz cumplió con todos los trámites y desde noviembre se mudó con su marido y un nieto a uno de los apartamentos, de 62 metros cuadrados y tres habitaciones.

Parada en la sala principal de su apartamento, con una foto de Chávez en un pared, Ruiz cuenta con orgullo cómo ha ido decorando su nueva casa. "Esperé 13 años para esto, ahora toca dejar linda la casa", dice a Efe.

"El agradecimiento es a Dios y a Chávez", afirma tras señalar que aún no supera la muerte del mandatario.

"Fue como la muerte de un familiar, cuando murió me calé (soporté) la cola para ver su cuerpo y lo pude ver", cuenta.

La de Ruiz es una de las 375.000 viviendas construidas, según el Gobierno, desde que en 2011 Chávez lanzó su "Gran Misión Vivienda", un programa que a ojos de analistas le dio grandes réditos electorales.

El plan se apoya en la firma de diversos convenios con una decena de países, entre ellos Rusia, China, Uruguay y Bielorrusia.

De la meta para el 2013 ya se ha cumplido un 6 % en los primeros cuatro meses del año, de acuerdo con cifras oficiales.

El ministro de Vivienda, Ricardo Molina, confía en poder cumplir la meta anual.

"Tenemos actualmente 632.000 unidades en proceso de construcción, en distintas etapas. Contamos con recursos petroleros importantísimos y es posible terminar este año con 380.000 viviendas completadas", dijo a Efe.

Molina prefirió no comentar nada de un polémico vídeo que esta semana corrió por Venezuela en el que él aparecía diciendo a funcionarios supuestamente de su ministerio que no le importaban las normas laborales, que no iba a permitir las críticas al Gobierno en la institución y que los simpatizantes del partido Voluntad Popular debían renunciar.

El plan de Vivienda es criticado por la oposición por lo que consideran falta de transparencia en el manejo de los fondos y porque a los beneficiarios no se les entrega un título de propiedad.

El Órgano Superior de Vivienda, creado en el marco de la iniciativa gubernamental, ha registrado a 3,71 millones de jefes de familia carentes de hogar o con viviendas que requieren ser habilitadas.

Ello incluye a casi 11 millones de personas afectadas, según el propio órgano estatal, lo que representa alrededor de un tercio de la población venezolana de unos 29 millones de habitantes.