El Euromaidán descoloca a una China con grandes intereses en Ucrania

  • La aparente victoria del Euromaidán, el movimiento partidario de un acercamiento de Ucrania a la UE en detrimento de Rusia, tiene en vilo a una China que hace apenas dos meses había firmado con el depuesto presidente Victor Yanukóvich un aumento de la cooperación.

ImageDefault
ImageDefault

Antonio Broto

Pekín, 26 feb.- La aparente victoria del Euromaidán, el movimiento partidario de un acercamiento de Ucrania a la UE en detrimento de Rusia, tiene en vilo a una China que hace apenas dos meses había firmado con el depuesto presidente Victor Yanukóvich un aumento de la cooperación.

Pekín, aliada de Moscú en las grandes cuestiones internacionales de los últimos años (Siria, Irán, Libia) no parece verse beneficiada por los cambios geoestratégicos en Kiev ni por la inestabilidad.

China fue uno de los últimos países que Yanukóvich visitó como presidente ucraniano, a principios de diciembre y cuando miles de personas ya pedían su dimisión en las calles.

De su encuentro con su homólogo Xi Jinping, el ucraniano sacó un acuerdo de cooperación de cuatro años que Pekín confía en mantener, cambie radicalmente o no el régimen.

"Pekín espera que el proceso político en Ucrania avance en paz y dentro del marco legal", señalaba el martes la portavoz china de Asuntos Exteriores Hua Chunying, que subrayaba que el país asiático sigue interesado en "una relación estratégica" con Kiev.

No en vano, pues durante las últimas décadas Ucrania ha sido una importante exportadora de armamento y tecnología militar a China.

Significativo es, por ejemplo, que la gran joya de la Armada china, su portaaviones "Liaoning", fuera construido en los astilleros ucranianos de Mikolaiv (cuando Ucrania aún era parte de la URSS), o que algunos componentes de los destructores del Ejército asiático también provengan de ese país.

Este comercio entre Ucrania, cuarto exportador mundial de armamentos, y China, que busca modernizar sus Fuerzas Armadas, podría verse dificultado ante un acercamiento de Kiev a Bruselas.

"En el hipotético caso de que Ucrania se convirtiera en miembro de la Unión Europea, esto podría afectar al comercio de armas", destacó a Efe el experto en relaciones internacionales de la Universidad Popular de Pekín Shi Yinhong.

La Unión Europea impuso a China un embargo en la venta de armamento debido a la represión de las protestas de 1989, una sanción que aún dura y que afecta a todos los países miembros.

Shi puntualiza que este posible efecto no sería inmediato, pues depende del largo camino de Ucrania para ser miembro de los Veintiocho, así como de la evolución del embargo, que en los últimos años algunos países miembros han propuesto levantar.

Otra experta china en relaciones con Europa Oriental, quien pidió no ser identificada, subrayó que el giro de Ucrania a la UE no debería en principio afectar a Pekín dado que "la parte proeuropea sólo puede controlar la cuestión política, mientras el comercio está aún muy relacionado con Rusia".

Tanto ella como Shi aseguran que China intentará adoptar una postura pragmática y neutral, la que ha permitido al país asiático mantener negocios en países cuyos regímenes cayeron, desde el libio al egipcio pasando por el iraquí.

"No debe importar que Ucrania se acerque a la Unión Europea, pues China también tiene buenas relaciones con la UE", destacó un diplomático Shi, pese a que Bruselas y Pekín también chocan con frecuencia en cuestiones de derechos humanos, como las que enfrentaron al Gobierno de Yanukóvich con los Veintiocho.

Por otra parte, China ya se aproximó en el pasado a la Ucrania de la proeuropea ex primera ministra Yulia Timoshenko, ahora liberada de prisión tras la destitución de Yanukóvich. Durante su Gobierno varios líderes comunistas visitaron Ucrania.

Sin embargo, durante el Gobierno de Timoshenko se produjo uno de los más importantes roces entre China y Ucrania de los últimos años, cuando la Rada (Parlamento ucraniano) pidió en 2005 que se investigaran presuntas ventas ilegales a Pekín de misiles de crucero estratégicos capaces de portar cargas nucleares.

Las protestas de Kiev, que algunos han asociado con las de Tiananmen de 1989 por estar ligadas a históricas plazas y por la sangrienta represión de ambas, han sido seguidas con atención en China, e incluso han provocado aislados llamamientos a ser imitadas en el país asiático, como ocurrió con la Primavera Árabe.

"Ucrania es libre, ¿cuánto tendremos que esperar los chinos?", rezó una pancarta desplegada por unos jóvenes chinos en la ciudad oriental de Jinan, si bien en el país asiático la corriente mayoritaria ha destacado el caos y la ruina de la "nueva" Ucrania, cuyo futuro, y el de sus relaciones con China, aún es un enigma.

Mostrar comentarios